GENTE, SALÍ DE LAS GARRAS DEL BLOQUEO :0
Los extrañé uwu♥.
Uno...
Dos...
Tres...
Cuatro...
Cinco...
Cinco vueltas. Cinco vueltas en tres minutos. No puedo detener el rumbo de mi cabeza, el mismo que me ata y condena.
Soy un fiasco. Un fiasco horrible y no puedo parar de pensar en cada uno de mis errores.
¿Por qué?, ¿por qué es tan difícil conciliar el sueño desde ese día?
Muerdo la almohada conteniendo cualquier sonido quejumbroso, pero es imposible. Ni un grito, ni un sollozo pueden liberarme de la presión en mi pecho y garganta; ellos siempre están ahí, recordándome lo que soy y lo que fui.
Intento recordar a Sam para que me proporcione esa calidez que me hace sentir, luego lucho por mantener la imagen de mi madre en mi cabeza o trato de rememorar la mirada y risa de Abril. Pero nada lo logra. Nadie ni nada logra desatarme, sólo me encuentro yo, frente a mi reflejo en el vacío. Sólo yo soy quien puede salvarme de mi propia sombra.
Levanté mi rostro de la almohada humedecida y me encontré con la resplandeciente alba. Es mi recordatorio de cambiar; mi señal de que un nuevo día ha iniciado y con eso también mis propósitos.
Pero nada más alejado de la realidad: en horario diurno, cambio limitadamente; sonrío y muestro la mejor cara de mi psique. Y, cuando la noche arrima su azul terciopelo me convierto en el desastre que soy: el mar de impotencia e inutilidad que siempre me consideré.
Me resigné a levantarme. No quiero enfrentar mi realidad y mucho menos afrontarla sin haber dormido aunque sea una hora. Ha amanecido, pero mis sentidos no lo han hecho.
—Hey, Tonto —saludé al simpático peluche de cachorro.
Aquel husky de felpa estaba ahí para recordarme a Sam, tenía su olor y la inocencia de los ojos del peludo me rememoraba al tierno gris de los iris de mi novio.
Me senté sobre la cama con el peluche aferrado a mis brazos. Estiré uno de los susodichos y alcancé mi móvil depositado sobre la plataforma del respaldo de mi cama. Entré a una aplicación de música y seleccioné una balada acústica que me relajaba.
Me mantuve quieta, observando a la nada, mientras que la suave voz del intérprete anglosajón pronunciaba dulces palabras acompañado de la calma guitarra. La canción terminó con susurros débiles y completos en angustia, para dar sitio a una nueva canción: "Every Breath You Take" de The Police. Mi respiración se volvió únicamente jadeos, mientras que mi vista se nubló y mi pecho me apretaba. Dolía, dolía oír el condenado inicio de esa canción así que no tardé en cerrar la aplicación, dando lugar al punzante silencio.
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Sollozo a medianoche [✔]
RomanceSu novio está obsesionado. Ella es víctima de sus manipulaciones. La hiere, la destruye, pero ella continúa cayendo por sus encantos. Hasta que, una noche tras una discusión con Bruno, Katerine encuentra la paz en el canto de su vecino: Sam d'Aramit...