oa
ya volví
Abrí mis ojos, somnolienta y sintiéndome exhausta. Realmente detestaba despertar, mi pereza me ganaba en el primer momento del día. Me di la vuelta al estar en una posición incómoda y contuve una carcajada al ver a Sam tan ensimismado en mirarme.
—Holaa —lo saludé con una sonrisa.
—Hola.
Ugh, qué seco.
—¿Cómo has dormido? —pregunté, acariciando su mejilla.
Él cerró sus ojos, sintiendo la yema de mi pulgar frotando su pómulo.
—Soñé contigo —replicó en voz baja.
¿Era el tipo de sueño que estaba pensando?
—¿Qué soñaste? —solté, ciertamente emocionada.
Abrió sus párpados y su profunda mirada recorrió mi rostro como si lo analizara.
—Que unos zombies te mataban y te convertías. Me desperté con ganas de llorar.
Entrecerré mis ojos. Realmente no era lo que esperaba. Aún así dejé las risas detrás de mi boca y me acerqué a él para confortarlo, dándole suaves palmadas en la espalda. Acaricié sus omoplatos, sintiendo su forma y luego pasé mis dedos por su columna, causándole un respingo.
—Pero estoy aquí. Y los zombies no existen.
—Aún —murmuró—. ¿Y si el gobierno los oculta? Podrían usarlos en una próxima guerra.
Me mordí el labio con diversión. Sam lucía serio, totalmente confiado en que sus palabras eran verídicas.
—Tienes mucha imaginación, Alphi.
Él me abrazó con fuerza, sin dejarme mover y casi me robó el oxígeno. Su rostro fue a mi cuello y sentí sus lindos labios rozarme la piel.
—Luego de despertar me di cuenta que estabas conmigo. Y que te ves bonita durmiendo.
—Pero si babeo...
—Sólo un poco. Aunque eso no hace que te veas fea. Te hace adorable.
Me dejó un delicado besito en la piel, dándome cosquillas.
—¿Tú has dormido bien? —preguntó con un tono calmo, formando suaves círculos en mi espalda con sus yemas.
—Síp. Anoche fue espectacular, Sam... ¿Crees que voy a dormir mal después de eso?
Puse mis ojos en blanco de sólo recordar las palabras calientes de Sam en mi oído mientras me volvía loca con sus dedos. Me daba un infarto cada vez que oía su profunda voz murmurarme cómo le gustaría que le folle. Cómo le encantaba cada vez que me sentaba sobre él y qué tanto deseaba que lo monte algún día. Sí, el alcohol causaba estragos en el autocontrol de Samuel, y eso me dejaba mal, muy mal.
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Sollozo a medianoche [✔]
RomanceSu novio está obsesionado. Ella es víctima de sus manipulaciones. La hiere, la destruye, pero ella continúa cayendo por sus encantos. Hasta que, una noche tras una discusión con Bruno, Katerine encuentra la paz en el canto de su vecino: Sam d'Aramit...