63 - El chico perfecto que se hace llamar mi novio

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En el mundo hay muchas cosas que te pueden hacer feliz

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En el mundo hay muchas cosas que te pueden hacer feliz. Una de ellas era ver a Sam durmiendo.

Acaricié su cabello con cuidado para no despertarlo. Veía como respiraba con calma y profundidad. Sus pestañas largas acariciaban sus pómulos, mientras que sus labios estaban entreabiertos. Afortunadamente, por esa vez no estaba roncando ni hablando dormido, cosa que se había hecho común cuando llegaba a la cama estresado y agotado.

—Alphi... —susurré—. Sammy. Samusamu. Sam.

Continuó durmiendo. Eché un sonido de frustración y volví a apoyar mi cabeza en la almohada, dejando de acariciarlo. Él abrió con lentitud sus ojos y me observó con fastidio.

—¿Por qué dejaste de acariciarme?

—Así que estabas fingiendo, cabrón.

—No... Déjame dormir un rato más.

—Nope.

Gruñó y se cubrió la cabeza con la manta.

—Sam... —le regañé.

—Sólo un rato más.

—Holgazán.

Me levanté de la cama y me desnudé para poder cambiarme la ropa. Observé por arriba del hombro y Sam seguía intentando dormir más.

Liberé un suspiro y caminé hacia él, entre mis yemas tomé la manta y la bajé lentamente, descubriendo su somnoliento rostro.

—Anda... Por fa, Sam, hazlo por mí, ¿vale? Cuando lleguemos a casa dormirás todo lo que quieras. Sólo desayunarás aquí y luego nos vamos.

Bostezó como si fuera a tragarse el mundo y se sentó sobre su cama. Tenía los ojos pegadísimos y el pelo hecho un desastre sobre su cabeza.

—Quiero mi abrazo —murmuró.

Oh, claro. A Sam le encantaba que lo mime desde temprano.

Lo rodeé con mis brazos y él apoyó su rostro en el espacio de mi cuello. Inhaló con delicadeza mi aroma y acarició mi espalda baja lentamente.

—Me estás cargando la batería —le oí decir.

Reí contra él y mantuve mi sonrisa cuando dejó un beso pequeño en mi cuello.

—¿Feliz? —pregunté, separándome de él.

Asintió con su cabeza teniendo una pequeña sonrisa grabada.

—Síp, por ahora —masculló—, aunque cuando lleguemos a casa querré más que un abrazo.

Mi rostro se acaloró enseguida.

Sollozo a medianoche [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora