Pansy:
Exijo un abogado.
Café caliente, unas galletas y El Profeta sobre la mesa; esa era la rutina de Narcisso Parkinson, la cual Pansy comenzó a imitar desde que inició su quinto año en Hogwarts, pero tomando un té caliente en lugar de café.
—¿Me pasas la mermelada? —Pidió Sophie.
Pansy le entregó lo que pidió sin mediar palabras, ya que estaba leyendo la primera plana del periódico.
Rachel esa mañana decidió quedarse en el cuarto durmiendo un poco más, saltándose el desayuno, por lo tanto solo Sophie estaba con ella. Pero como no solía conversar mientras leía, la otra estaba hablando con algunos Slytherins sentados junto a ellas.
Ignorando los murmullos del Gran Comedor, Pansy se sumergió en la noticia:
LOS BLACK SIGUEN SUELTOS.
El Ministerio de Magia admitió ayer que Sirius Black y Bellatrix Lestrange Black, posiblemente el linaje familiar más malvado que haya albergado la fortaleza de Azkaban, todavía no han sido capturados.
¡Parecía que la noticia se repetía, hilarante! Hace un par de años Sirius Black había escapado de la prisión y fue una gran conmoción, todo el mundo temía lo que ese hombre trastornado sería capaz de hacer. Pero el tiempo pasó, nadie lo atrapó y nada sucedió... El miedo inicial se fue disipando y por poco la gente había olvidado (Incluso ella misma) que uno de los psicópatas más peligrosos del mundo mágico seguía suelto. O al menos fue así hasta que Bellatrix Lestrange se fugó también, recientemente. La situación era ya ridícula. ¿Tan fácil podían salir todos de la supuesta fortaleza de Azkaban? Pansy negó para sí misma con la cabeza y siguió leyendo:
«Hemos confirmado que diez prisioneros de alta seguridad de Azkaban, a primeras horas de la noche del sábado, escaparon. Por supuesto, el primer ministro muggle ha sido advertido del peligro. Tenemos la fuerte sospecha de que la fuga fue planeada por un hombre con experiencia en escapar de Azkaban: el conocido asesino en masa Sirius Black, primo de una de los diez fugitivos, Bellatrix Lestrange.» Dijo Cornelius Fudge sobre el escape.
¡Diez criminales! Con Sirius Black, once. ¡Once de los criminales más peligrosos, sueltos! Lo positivo era que al menos El-que-no-debe-ser-nombrado ya no estaba en este mundo. Aunque no dejaba de ser inquietante. Todos los que se fugaron son mortífagos conocidos. ¿Estaban buscando la manera de hacer que Él regrese a la vida? ¿O puede que solo quisieran lavarse las manos y escapar, ya que no tenían a quién esperar? A Pansy le picaba la curiosidad sobre cuál información tendría Draco Malfoy y otros hijos de mortífagos de todo esto.
«Somos conscientes de que hay un gran temor sobre la unión de los primos Black, pero no hay pruebas de que estén trabajando juntos, así que mantengan la calma.»
Pansy soltó una suave risa. "¿Qué es peor que un Black suelto? Claramente dos" pensó. Sí, el mundo mágico tenía miedo de todos los mortífagos, pero daban más miedo los que tenían tendencias psicópatas y un historial aterrador, como era el caso de los Black. La Slytherin no pudo evitar pensar en Harry Potter y Neville Longbottom. Ambos hijos de víctimas de los Black. ¿Estarían en peligro ahora, aún dentro de Hogwarts? ¿Estarían en peligro todos sus allegados? ¿Incluida... Hermione?
—Qué cara tan seria —llamó su atención Sophie—. ¿Dice algo interesante sobre los Black?
Los Black. Había una asociación de lo más curiosa sobre que ese apellido traía desgracias. A veces la gente ignoraba el Lestrange de Bellatrix para resumirla en "Otra Black mal de la cabeza". Un resumen francamente peligroso si se pensaba en Phineas N. Black, por ejemplo, que fue uno de los directores de Hogwarts. ¿Habrá estado loco de remate también o su apellido fue manchado estando él bajo tierra?
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Muda de Piel.
RomanceDurante el 5to año de Pansy Parkinson en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, todo cambió para ella. Luego de una tragedia en su familia deberá enfrentar cambios enormes: en su hogar, en su estilo de vida, en sus amistades y hasta en su forma...