Muda de Piel.

[34]

Pansy:

¡Ah, mi futuro! 

Vida bajo un puente, ya te veo.

—No gracias. Odio los espárragos —dijo Pansy, declinando la comida que Sophie lo ofreció.

—¿En serio? ¿De verdad? ¿O te veremos comiéndolos la próxima semana? —Se burló Rachel—. Ya sabes, como sucedió en Hogsmeade —y para molestarla más, la imitó con un tono infantil—: "Ni muerta tendría una cita en la Tienda de té de Madame Tudipié".

Se le cruzaban por la mente pocas cosas tan terribles como que su novia la llevara a la Tienda de té de Madame Tudipié para una cita, pero ciertamente existían cosas peores: como que Rachel se enterara de que su novia la llevó a la Tienda de té de Madame Tudipié para una cita.

Fue cuando salieron de la tienda con Hermione que Pansy se cruzó con la mirada de Rachel, que justo caminaba en la acera de enfrente. Tenía una sonrisa de satisfacción absoluta porque la había atrapado saliendo del local y a su lado estaba Sophie, que cuando vio qué tenía tan contenta a Rachel, por poco no se le cayó la mandíbula al suelo. ¡Maldición! Había intentado fingir que no estaban sus amigas ahí en ese momento, de convencerse a sí misma de que lo ignorarían o que podría excusarse. Pero fue imposible engañarlas, la habían visto en la Tienda de té de Madame Tudipié, a ella, a Pansy Parkinson: la chica que siempre se burló de medio mundo por ir a ese lugar de pacotilla como si fuera algo romántico.

—Rachel —la regañó Sophie, aunque se estaba riendo de la situación sin vergüenza alguna.

—Las odio —masculló Pansy, prefiriendo bajar la vista a su plato de comida.

Había pasado ya una semana desde esa horrible cita con Hermione, pero la recordaba de forma vívida a diario gracias a ese par que estaba sentado frente ella, cenando. Pansy comió lo último que quedaba de su puré de calabaza en el plato, deseando poder olvidar todo, en especial el recuerdo de las decoraciones de la Tienda de té, con sus manteles con dibujos de flores y una trama de cuadros.

—¡Es que no puedo superarlo! —Exclamó Rachel, y luego miró a Sophie—. Es cierto lo que dicen, el amor le nubla el juicio a la gente.

Pansy sintió que sus mejillas enrojecían. ¡Cómo odiaba hablar de esta clase de cosas con otros! Además, ella no cambió por Hermione. Ridículo.

Ella solo... aceptó entrar a la Tienda de té porque no quería verla triste. Cuando se había parado frente a la entrada de ese asqueroso local, estuvo a punto de escupir algo como "Qué rayos, ¿debo replantearme por qué salgo contigo?", pero se le atascó en la garganta al verla con esa mirada asustada. No pudo siquiera intentar ser cruel con Hermione. Casi bufó, pero se contuvo; ¿Rachel tenía razón, no? Pansy nunca se habría guardado esa clase de comentarios para no herir a otro...

—Al menos ella no tiene un flechazo con un chico con el que nunca habló —señaló Sophie a Rachel.

—¿Isa? —Preguntó Pansy, ansiosa por cambiar el tema de la conversación.

—¿Quién? —Preguntaron las otras dos a la vez.

—Isaac Rymer —aclaró, y enseguida Sophie asintió dándole la razón.

—¿Por qué le dices Isa? —El ceño de Rachel se frunció, su mente se había enganchado en ese detalle, poniéndose a la defensiva—. ¿Apodas a alguien con quien no hablas? ¿Hermione y yo debemos preocuparnos?

Pansy chasqueó con la lengua, recordando que nunca comentó estos detalles a sus amigas.

—Me cae bien —dijo exasperada—. Hablamos a veces. Y no le digan Isaac, es Isa. No es un chico.