Pansy:
Denme una P. Denme una E. Una R,
una D y otra E. Denme una D,
denme una O, y una R también.
¡VAMOS, RON WEASLEY!
¡Al fin estaban ya en los últimos días de febrero! Todos los estudiantes de Hogwarts habían estado ansiando este momento, el segundo partido de quidditch del año. Bueno, algunos lo esperaban más que otros... Slytherin no tuvo suerte este año. Después de perder contra Gryffindor a inicios de clases, volvió a ser vencido, ahora por Hufflepuff. Sophie estaba inaguantable, gran parte de su casa lo estaba. Lo único que parecía animarlos, es que todavía podían soltar algo de veneno contra Ron Weasley, poniéndolo nervioso con la canción "A Weasley vamos a coronar" durante el partido que tendría Gryffindor esta tarde contra Ravenclaw.
Pansy se había escaqueado de Sophie y Rachel en cuanto tuvo oportunidad y ahora caminaba por los pasillos, hasta el Gran Comedor. Cuando entró, el olor de la comida la despertó un poco, podía apostar que ese día tenían la suerte de desayunar con chocolate caliente en la mesa. Los elfos domésticos no solían abusar de esa bebida, ya que dar chocolate todas las mañanas era demasiado malo para jóvenes todavía en desarrollo. Sin perder tiempo se sentó en uno de los bordes de la mesa de Slytherin, y agarró la bebida que desde la entrada la estaba haciendo salivar, además de un bollo dulce relleno de mermelada, para variar las tostadas o galletas de sus típicas mañanas.
Mientras comía, inspeccionó el Gran Comedor. Un par de Hufflepuff estaban yendo de un extremo de su mesa a la otra, haciendo quién sabe qué. Una Ravenclaw, cuando pensó que nadie la veía, se picó la nariz tan rápido como pudo, para disimular. Pansy tuvo que dejar desayunar por unos segundos, mientras pensaba: "Además de traga libros, come mocos". Cuando se aburrió del resto, posó su mirada en la mesa de Gryffindor. Una sonrisa se le escapó al ver a Ron Weasley más pálido que un muerto. Hermione y Harry, como era de esperarse, lo miraban preocupados, comiendo lento y hablándole bastante. Ginny Weasley movió uno de los platos, acercándolo a él para que ingiera algo. Luna Lovegood también estaba allí, a pesar de ser una Ravenclaw, jugando distraída con su propio cabello. Pansy bebió un poco de chocolate caliente, entretenida. Pero la situación no varió mucho para cuando ella terminó de comer, todo seguía igual en la mesa de los leones; o incluso peor, por culpa de un Slytherin que pasó tras los Weasley y dijo algo, que probablemente, fue la canción para burlarlo.
Pansy se estiró en su asiento de forma perezosa, pensando qué hacer ahora. No tenían clases, Hermione estaría todo el día tras Weasley limpiándole las lágrimas, y Rachel y Sophie gastarían toda su energía molestando a Gryffindor, cosa que ese día no le generaba mucho interés (por no decir, ya que se negaba a admitirlo de forma abierta, que no le apetecía meterse en un lío gordo con Hermione). En conclusión: no estaba muy segura de qué actividades le quedaban de opción para no morir de aburrimiento.
Se levantó del asiento, decidiendo volver mejor a su Sala Común. Quizá podría aprovechar que todos estarían en el campo de quidditch para hacer algunas tareas cómodamente en la cama y en total silencio. Eso sonaba en su mente diez veces mejor que hacerlo en la biblioteca, con esas sillas de madera destructoras de espaldas. Caminó sin prisa, porque tampoco la emocionaba ir a estudiar, y justo a pocos metros de la puerta, una mancha naranja pasó demasiado cerca de ella, casi llevándola por delante. Retrocedió en reacción, algo estupefacta, y mientras trataba de razonar qué vio, Hermione pasó por delante suyo también, corriendo tras la cosa esa.
—¡Ron! —la escuchó gritar, antes de perderse por los pasillos a toda velocidad.
Notó por el rabillo del ojo otra presencia acercarse, así que giró para verlo. Harry Potter iba hacia la puerta con un paso más lento, para suerte de Pansy, aunque cuando la notó a ella también allí, se detuvo un segundo, dudando.
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Muda de Piel.
RomanceDurante el 5to año de Pansy Parkinson en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, todo cambió para ella. Luego de una tragedia en su familia deberá enfrentar cambios enormes: en su hogar, en su estilo de vida, en sus amistades y hasta en su forma...