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Era una día cualquiera en aquella gran ciudad, Nueva York. La gente caminaba por la calle como cada mañana lo hacía, sin preocuparse demás.

Los niños iban tranquilamente a su escuela siendo acompañados por sus padres. Los parques estaban siendo ocupados por ancianos, por gente que estaba paseando a sus mascotas o madres con sus bebés en brazos mientras conversaban junto a sus amigas. 

Algunos jóvenes se encontraban caminando por las calles hablando alegremente acerca de sus vidas, mientras que otros se encontraban manejando, para poder encontrarse con alguien seguramente.

—Mamá, ya te dije que estaré bien...—habló alguien al teléfono mientras conducía mirando el gran tránsito que había por delante—.Tal vez llegue algo tarde, hay un poco de tránsito esta mañana.

—No te preocupes hijo, y-...raré a qu-

Por alguna razón había mucha interferencia en la llamada.

—¿Mamá?¿Mamá éstas ahí? No te escucho. —dijo mirando el celular y viendo que aún seguía en línea—. ¿Mam-

Un ensordecedor ruido se escuchó a través del teléfono haciéndolo alejarlo de su oído. Lo había hecho asustar de tan repentino que fue.

Algo extrañado, trató de escuchar con más atención. Escuchaba como si todo se estuviera cayendo, como si algo hubiera sido destrozado a gran escala.

No lograba identificar ruido alguno, pero una pesada respiración al otro lado le hizo acercarse al teléfono.

—Hij-

—¿Mamá?—preguntó este algo asustado sin recibir respuesta. Y cuando giró su vista hacia su celular, notó que la llamada había sido finalizada.

¿Qué fue eso?

Se encontraba algo preocupado a decir verdad. Quería llegar rápido a casa de su madre para poder averiguar qué es lo que había sucedido.

Y tenía un muy mal presentimiento.

Salió por su ventana, para empezar a gritar a los autos de su delante para que se apresuraran y dejen de estar tan atascados. El sonido del claxon era lo que más abundaba en aquella extensa calle.

Si que se encontraba frustrado.

—Esto es una estupidez...—se quejó apoyando su cabeza en su brazo junto a su ventana.

Empezó a revisar su celular, preguntando a sus colegas cercanos acerca de trabajos pendientes que tenía en la empresa a la cuales estaba actualmente trabajando a la espera de que los autos avanzaran.

—No hay internet ni señal, esto tiene que ser una broma. —rodó sus ojos con notoria molestia mientras que sobaba su sien tratando de tranquilizarse.

Su vista se mantuvo en la barra de notificaciones, con la esperanza de que la conexión volviera.

¿Qué mierda sucede?

—Vamos...

Suspiró cansado. Segundos después, sintió algo raro en su cuerpo. No solo en su cuerpo, sino en su auto.

Ambos estaban temblando.

Se quedó quieto por unos segundos para confirmar que lo que pensaba era real. Tragó algo duro mientras sentía como las vibraciones empezaban a aumentar un poco mientras en su celular llegaba la alerta sísmica.

Estaba nervioso, nunca se consideró tolerante ante los sismos, estos le aterraban, pero afortunadamente segundos después todo se tranquilizó. Las vibraciones fueron disminuyendo gradualmente hasta casi ser nulas.

𝙼𝚢 𝙰𝚗𝚐𝚎𝚕 & 𝙼𝚢 𝙳𝚎𝚖𝚘𝚗 ➋ || '𝔅𝔦𝔫𝔴𝔬𝔬'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora