Capítulo 10. "Rompiendo corazones de nuevo"

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The diamond days are done
The diamond days are gone
And I would be a fool to carry on
And know there's nothing wrong
But I'm already gone
Like headlights in the dawn, we've had our fun
The diamond days are done

Cruel Youth- Diamond Days

Mis horas de sueño no han regresado como me gustaría, el dinero sigue guardado en algún lugar por ahí y mis ganas de seguir saliendo adelante parecen haber desaparecido. De repente, toda la esperanza que tenía guardada en mi pecho y que me hacía despertar cada día con algo de emoción, parece nunca haber existido; por las mañanas sólo quiero desaparecer un rato y regresar cuando sienta que todo podría mejorar. 

El peso en mis hombros por estar en semana de exámenes sólo ha servido para dos cosas: para maldecir en voz baja todo el tiempo y para darme cuenta que he descuidado totalmente la escuela. Lizzie me ha dicho que no tengo la culpa por tener la cabeza en las nubes, pero yo opino que todo este desastre es totalmente mi culpa, ¿de quién más sería? de Michael, no creo. 

Quizá, sólo quizá, sí tenga un poco de culpa. 

Me paso una mano por el cabello, un poco desesperada y alterada de no entender nada de lo que estoy viendo en la hoja frente a mí. Todavía me siento asustada y nerviosa de haber olvidado el examen de química. Si Scott no lo hubiera comentado, probablemente mi almuerzo no querría salir por donde ha entrado. Muerdo la goma del lápiz amarillo que sostengo con mis dedos temblorosos e intento respirar para calmarme. 

Determine la solubilidad del Ag3AsO4 en una solución acuosa regulada de pH=4. Considere que el Ag3HAsO4 y Ag3H2AsO4 tienen una alta solubilidad.

¿Y si finjo demencia y voy a la enfermería? ¿Y si les digo que me siento terriblemente mal? ¿Los profesores aceptaran hacerme el examen otro día? Levanto la vista con cautela y busco en donde se encuentran. La maestra está al frente observando a todos mientras tiene los brazos cruzados, su vista de halcón recae en mí y rápidamente miro a otro lado, pues me siento intimidada a pesar de que la maestra es como veinte centímetros más pequeña que yo. Podrá ser pequeña, pero como intimida con su delgada voz. Hasta podría decir que sus ojos verdes y el lunar cerca de su nariz me recuerda a una bruja. 

Me toco el puente de la nariz, pensando en una rápida solución. Comienzo a sentir retortijones en el estómago y la preocupación me invade cuando comienzo aceptar que entregaré el examen en blanco. Dejo caer la cabeza en la mesa y el ruido en seco atrae varias miradas en mi dirección. 

Siento un sabor amargo en la boca en el momento que pongo mis dos pies fuera del salón

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Siento un sabor amargo en la boca en el momento que pongo mis dos pies fuera del salón. Me froto la cara con frustración y camino por los pasillos en dirección a los casillero. ¿Cómo es posible que no haya podido contestar ni una sola pregunta del examen? Una parte de mí está tan decepcionada y la otra, sólo está asustada por el futuro. ¿Quién rayos se olvida de absolutamente todo lo que sabe de química?

El viaje de GresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora