Pongan la canción de multimedia cuando se indique jiji Para sentir la emoción a full
_______________________________________________________
En los anteriores días, las cuatro paredes solían parecerme pequeñas cada noche que llegaba a dormir. Ahora, el cuarto me parece aún más pequeño de lo qué ya es; el desastre, la ropa tirada, el estrés, los gritos y mis nervios al tope llenan los huecos del lugar. Cada rincón del lugar esta lleno de tensión pura... y todos lo hemos notado. Julián principalmente, pues ha sentido que todo es una locura; él mejor que nadie sabe que la cena de hoy será un desastre, incluso Lu y Lauren creen que es mejor no ir e inventar un pretexto común. Y aunque parece que los checos son firmes ante sus promesas y sus compromisos, Julián consideró la idea por unos momentos. Ahora, se encuentra en el pequeño baño cambiándose y quizá dándose una charla motivacional en el espejo.
—¡Lauren!— chillo en el momento que me pisa el pie.
Intento agacharme para sobarme el dedo medio, pero ella me lo impide. Me toma de los hombros y me obliga a regresar a la posición que estaba. Me pasa la mano en la frente, como si estuviera quitando el exceso de algo.
— No fue mi intención, este estúpido cuarto es tan jodidamente pequeño y si tan sólo dejaras de moverte podría terminar rápido— se queja.
Después de aceptar salvarle el trasero a Julián y entrar en pánico, las chicas se ofrecieron a maquillarme y peinarme... a cambio de un chocolate caliente de Starbucks. En el momento que subimos corriendo a la habitación y Julián sacó el vestido color esmeralda de una bolsa protectora color negro, el corazón de las tres dejó de latir; el vestido era tan caro como nuestro riñón y tan precioso como un diamante. El vestido simplemente era una pequeña joya que yo no podía aceptar, sin embargo, tenía que usarlo y fingir que todo estaba bien, pues al parecer su prometida no podía ir en jeans y con botas.
La puerta del baño se abre y no tengo que abrir los ojos para saber qué es Julián. Ya está listo. La cama se hunde en el costado que esta cerca del pequeño cuarto donde estaba. Lo escucho suspirar una vez que se ha sentado; lo tengo lo suficientemente cerca para sentir la vibración del colchón cuando tamborilea sus piernas.
—Ya lo tengo— dice con su característico acento—: Tienes veintiséis años, te conocí en la universidad y hace dos meses nos encontramos en algún diplomado.
Siento que Lauren deja de maquillarme el parpado derecho. Suelta una pequeña risa burlona y habla:
—¿De verdad confías en esa historia barata?
Abro los ojos para ver que Julián fulmina a mi amiga. Se cruza de brazos y se pasa la lengua por los labios, como si estuviera conteniendo el estrés que amenaza por salir. Sé que está desesperado por encontrar algo que salve la noche, pero admito que esa historia no va a funcionar. Es demasiado... falsa y absurda. Sobre todo el punto de igualar su edad.
ESTÁS LEYENDO
El viaje de Gres
Novela Juvenil-¿Crees en el destino?-atinó a preguntar el chico. Tenía una mirada tan curiosa y llena de intriga, pero ella no lo notó, sólo observó la vista frente a ella, pues era algo que tenía que guardar en su mente para siempre; quizá era la última y única...