El primer paso estaba hecho: había añadido el número de Tom a mis contactos. Y el segundo paso me aterraba: comenzar a hablar con él. Me aterra hablar con él después de todo lo que me había imaginado; me aterra hablar con él después de imaginarlo de la mano de Jenna.
Deja de comportarte como una niña dolida, me repite mi mente una vez más.
Mis dientes castañean un poco gracias al frío de la noche y a mi ropa húmeda. Las chicas y yo seguimos caminando por las mojadas calles de Praga y nos tomamos el tiempo de observar todo lo que se atraviesa por nuestro camino. Observamos los edificios y como los niños salen a brincar sobre los charcos de agua como si fuera de lo más normal y sano.
Después de pasar toda la tarde sentadas en la playa falsa del paseo marítimo, como si aquello fuera lo más divertido del mundo, Lu terminó hablando de la situación en la que se encontraba con John; el chico que le gusta. Volvió a resumir su pequeña historia y llegamos a la conclusión de que no tenía porque sentir que el chico había dejado de quererla; simplemente estaba concentrado en querer terminar la universidad. Por lo que había mencionado la pelirroja, alguna empresa se había interesado en él gracias a su excelente historial académico, así que no lo culpaba de querer dejar de lado todo, sólo para poder aprovechar la oportunidad de tener un buen trabajo.
Y después entré yo en la conversación. Para ellas no fue complicado saber que tenía algunos problemas del corazón... metafóricamente, claro. Además, se dieron cuenta que algo en mí había cambiado después de la llamada con Elizabeth. Y les conté todo. Les conté desde el día que Michael terminó conmigo, les conté que me sentía una inútil llorando por él y que quería empezar de nuevo; les conté lo que pasó con Tom y que el viaje era para olvidar un rato todos esos problemas, pero que justo hoy, los había recordado todos.
Creí que lo primero que dirían sería algo como "Oh, vamos, no es para tanto, sigue disfrutando el viaje y olvida a esos idiotas", sin embargo, me sorprendí con lo que dijo Lauren:
—Llega un punto en nuestra vida en la que el amor es algo tan serio, que da miedo. Empiezas a comprender que las relaciones ya no son un juego como lo eran en la preparatoria, sólo porque empiezas a buscar a la persona con la que quieres compartir tu vida, ya no quieres relaciones baratas sólo para tener a quien manosear.
Me sorprendió lo que dijo, pero era verdad. Elizabeth y yo, creíamos que la razón por la que Michael había terminado conmigo, había sido por eso: porque no me veía en su futuro. Porque él ya tenía planeado qué hacer una vez que terminara la universidad, y yo, simplemente no estaba entre sus planes... o quería averiguar si estaba.
—Sí tu ex no te quiere a su lado en el futuro, es sólo porque es un tonto. Mientras más pasas con alguien, te das cuenta de lo mucho que lo quieres a tu lado, no de lo mucho que lo quieres lejos—dijo—. Y respecto a Tom, creo que él sólo está siguiendo su vida, pues sabe que ahora tú no estás en las condiciones de querer a alguien más. Él mismo te dijo que no quería estar en tú vida para ser el remplazo de Michael.
Y así, tres chicas debajo de la lluvia comenzaron hablar sin importar que tanto se podrían mojar.
—¿Pero y si no es el remplazo de Michael?—pregunté.
Lu chasqueó la lengua, como si la respuesta a mi pregunta fuera algo clara.
—Yo creo que deberías llamar a Tom sólo para preguntar cómo está—dice Lu—. No estoy sugiriendo que te metas entre él y esa chica, sólo estoy diciendo que quizá hablando con él puedas acomodar tus ideas.
—¿No crees que eso la confunda más?—Lauren miró algo insegura a la chica.
—Si no habla con él, sólo se está llenando la cabeza de ideas y de cosas inciertas—se encoje de hombros—. Y el consejo también es para ti, Lauren, porque he notado como miras a Paul.
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El viaje de Gres
Novela Juvenil-¿Crees en el destino?-atinó a preguntar el chico. Tenía una mirada tan curiosa y llena de intriga, pero ella no lo notó, sólo observó la vista frente a ella, pues era algo que tenía que guardar en su mente para siempre; quizá era la última y única...