Capítulo 13. "Miradas enlazadas"

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El fin de semana se pasa más rápido de lo que me gustaría y mi resaca emocional dura más de lo que deseaba. Como era de esperarse, los moretones aparecieron tan rápido como algunos recuerdos de la fiesta, lo curiosos es, que recuerdo cosas sin importancia. Aún no llega a mi mente aquel beso con Tom, ni el rostro de Michael. 

Lizzie intentó contarme el lunes a primera hora todo lo que había presenciado : me contó sobre que Tom parecía muy interesado en mí y que su extraña cercanía parecía no incomodarme; me contó sobre las miradas cómplices que nos lanzábamos hasta que Michael apareció con sus amigos. Según mi mejor amiga, los celos se podían apreciar en el rostro de mi ex novio al ver que estaba con alguien que no era él. Después de aquello, Lizzie dijo que sólo me acerque a Tom y lo besé como si no nos acabáramos de conocer, ahí fue el momento en el que parecía que Michael iba a matar a alguien o que quizá iba a llorar. ¿Después qué pasó? no tengo idea, pero según el relato, comencé a llorar como ebria desquiciada mientras veía como Michael se alejada y yo sólo le contaba a Tom que "el amor de mi vida" me rompió el corazón; después del drama y que Tom logró que dejara de llorar, mi mejor amiga dice que sólo quería irme del lugar, así que me fui. ¿Lo peor del caso? el lunes caí en cuenta de que Tom y yo recursamos la misma materia. Así es, no fue suficiente vergüenza la que pasé en la fiesta, también la pasaría tres veces por semana hasta fin del periodo escolar.

Toda la semana he intentado acercarme a Tom sólo para pedirle disculpas, para preguntarle cómo está y para recordarme el porqué nunca lo había notado sentado en la esquina de aquel aburrido salón. Pero simplemente, no me atrevo a acercarme después de todo.

Es Jueves y mi mente parece no lograr centrarse aún. Sigue viajando de aquí para allá y sólo intenta creer que conseguí lo que quería: salir del país en busca de un poco de diversión. Aún me cuesta creer que es cierto. Al parecer, mi mamá le comento a una compañera de trabajo sobre la locura que quería hacer y de pura casualidad, ella le respondió que conocía una agencia que organizaba viajes para estudiantes y que podría salir más económico de lo que creía. Cuando vi que la noticia no era ningún producto de mi resaca, no pude evitar preguntarme si la vida me estaba jugando sucio o tuvo un poco de piedad. La vida nunca te da lo que quieres, y menos de una manera tan tranquila; siempre pide algo a cambio, no se va con las manos vacías.

Me muerdo el labio e intento respirar profundo cuando visualizo a Tom en su casillero. Parece tranquilo mientras saca algunos libros y revisa algunos apuntes de manera rápida. No voy a negar que es un chico apuesto. Es más bajo que Michael, pero sigue siendo unos veinte centímetros más alto que yo, su cabello es aún más claro que el de Michael y a comparación de él, Tom tiene los ojos un poco más claro, quizá de un tono avellana...

¿Podrías dejar de comparar al pobre chico con tu ex?

Sacudo la cabeza  antes de salir corriendo en dirección contrario a él. Obligo a mis piernas a moverse en la dirección correcta y siento en mi espalda el golpeteo de mi pequeña trenza. Carraspeo la garganta cuando me planto a su lado. La puerta de su casillero me impide ver su rostro pero no escuchar la maldición que lanza.

—Hola.

Veo que sus hombros de elevan un poco y después escucho una clase de suspiro. Cierra la puerta con lentitud y se cuelga su mochila negra en un hombro; no me mira y no sé si por pena. Me muerdo el labio, pensando en una buena manera de disculparme o sólo de convencerlo de que me escuche dos segundos, porque se ve muy decidido en dejarme con las palabras en la boca. ¿Tan malo fue el asunto?

—¿Cómo estás?—intento que mi voz no suene tan nerviosa ni tan escandalosa. 

Mira al piso unos segundos antes de conectar su mirada con la mía. Se rasca la barbilla y después deja caer su mano. No puedo evitar comenzar a jugar con las mangas de mi suéter gris. Su mirada logra que mi cuerpo se entorpezca.

El viaje de GresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora