Capítulo 42

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Me encontraba rodeada de grandes árboles, mi corazón bombeaba desenfrenado y mi respiración se agitaba cada vez más. Mis pies dolían y sentía unas pisadas detrás de mí.

—Sav...—la voz de Meredith provocó que mis vellos se erizaran, sentía el aire golpear en mi cara provocando que mis cabellos se dirigieran a mi cara. —No podrás esconderte.

Un sonido ensordecedor sonó disparado, volteé hacía atrás para poder observar que había sido, pero el dolor en mi pecho hizo que volteara hacía abajo. Sangre salía de la parte izquierda de mi pecho. Me había disparado, caí sobre el césped mojado. Ella apareció segundos después y se hincó frente a mí, sus ojos me observaban con rabia y volvió a disparar.

— ¡Vamos, Sav! —desperté exaltada y con la mano en el pecho. El sueño había sido bastante real y tenía ganas de llorar. — ¡Quiero ir a la playa!

Alice se encontraba saltando alrededor de mi cama mientras su pelo esponjado rebotaba sobre su espalda. Tenía puesto una linda falda blanca con flores y la parte de arriba era la de su lindo traje de baño.

—Hola pequeña, está bien —sonreí tomándola de la cintura para bajarla de la cama y caminar al baño. No había rastro de la prima de Evan, así que suponía que estaba con su hermana.

—Iré a despertar a Evan —anunció y salió corriendo de la habitación. Reí ya que se veía bastante graciosa pero aún sentía la presión en el pecho por el sueño de hace unos minutos.

Saqué de mi maleta el traje de baño que Alex me había regalado y me lo coloqué. Sonreí al ver que se veía bastante lindo y que no se notaban tanto las marcas. Me tomé una foto frente al espejo y le mandé un mensaje a Alex agradeciéndole. Después encima me coloqué un short con una blusa blanca de tirantes, para cuando llegáramos de la playa poder quitármela.

Salí en busca de la pequeña hacía el cuarto de Evan, su habitación estaba al lado de mí y la puerta estaba abierta. Al entrar una sonrisa se formó en mi rostro al ver a la pequeña saltando en su cama de un lado a otro como lo había hecho conmigo. Charlotte ya estaba vestida, saludó con su mano y prosiguió a amarar su pelo en una coleta alta.

— ¡Evie, levántate ya! —gritaba Alice mientras le pegaba con una almohada. Él solo soltaba pequeños quejidos y se movía de un lado a otro.

—Permíteme pequeña, a ver si yo logro hacer que se levante —Alice asintió y se bajó de la cama para observarme con una sonrisa. Caminé hasta él y me senté a su lado. —Evie, levantate ya —le susurré en su oído dándole un beso. Escuché como se empezaba a reír por las cosquillas que le provocaba mi cabello pero aún no se levantó.

—Al parecer no funcionó mi técnica, pero ya sé que podemos hacer, ven —le hablé a Alice y se acercó. Charlotte también lo hizo y soltó una carcajada al escuchar mi plan.

— ¡Que buena idea! —dijeron ambas y salieron rápidamente al baño. Al regresar, Charlotte y Alice traían entre sus manos un vaso con agua y se la aventaron a Evan.

— ¡Que fría! —Evan salió disparado de la cama y comenzó a correr por todos lados tratando de quitarse la playera de su pijama pero no lo logro. Las tres explotamos en risas al mirar la escena. —Sav, me las pagarás por darle la idea a Alice y Charlotte, ven acá —gruñó corriendo tras de mi con los brazos abiertos para poder mojarme.

— ¡No, Evan, estás mojado! —corrí por toda la habitación hasta que finalmente me atrapó, su playera mojada hizo que la mía quedara húmeda, sus manos paseaban por todo mi estómago haciéndome cosquillas.

—Y en cuanto a ustedes —corrió hacía ellas para abrazarlas y hacerles cosquillas de igual manera.

—Evan, déjalas y ve a cambiarte.

Perfecta Atracción ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora