Soñé.
Soñé con alguien, con alguien de cabello rizado, con una linda sonrisa y con unos ojos muy bonitos que me miraban de cerca. Él reía, reía muchísimo cada vez que yo le decía algo, pero su rostro no se veía con claridad.
Miré donde estaba, todo estaba lento y silencioso pero yo seguía ahí, sentada en el césped. De repente me toqué la cabeza como si debiera hacer aquello y tenía un beanie en mi mano. De pronto apareció Evan y este me sonrió cálidamente mientras tomaba mi mano.
Luego todo se volvió blanco. Ahora estaba en una banca, había gente a mí alrededor, y Evan seguía a mi lado. Parecíamos estar en un parque, y yo no paraba de hablar de un cachorro y luego, Evan me dijo algo pero no lo oí bien y le di un beso.
Todo se volvió blanco nuevamente. Yo estaba en la playa gritándole algo a Evan, todos estaban riéndose, pero Evan estaba enojado y me gritaba cosas.
Y ahora estábamos peleando. Evan y yo. Discutíamos muy fuerte y Evan tenía una risa en su rostro mientras yo lloraba desconsoladamente. Decía que me largara y que me olvidara de él para siempre. Me fui, al final me fui llorando con alguien a mi lado.
Escuchaba a alguien sollozar muy cerca de mí. Sollozaba tanto que parecía que hasta le dolía. Me gritaba: ¿Jamás verá el collar?
Me desperté sudando, con lágrimas en los ojos y asustada. Volteé a mirar el reloj que estaba en la mesita y eran las 8:00 PM. Me había dormido con Evan a mi lado. Estaba lloviendo muy fuerte y yo le había dicho que no fuera a casa. Fuimos a mi habitación y nos dormimos de la nada, ni siquiera nos habíamos dado cuenta.
Pero había soñado cosas... un poco raras.
Seguía respirando entrecortada. Miré a Evan y él estaba durmiendo.
Sentí miedo. Estaba asustada por lo que había soñado por más que no haya sido tan horrible pero escuché esos gritos. Llantos y sollozos, era realmente triste escuchar a alguien llorar con tantas ganas y no poder hacer nada.
De algo que me había dado cuenta es que esta vez había reconocido esos llantos y esa voz la cual me gritaba. Era Evan.
Quería llorar y lo hice. Me incorporé y cubrí mi rostro con las manos.
—Por Dios —sollocé. —Evan estaba tan mal... — musité y lo miré tan triste.
Me cubrí el rostro con las manos otra vez, no me di cuenta de lo fuerte que estaba llorando hasta que desperté a Evan.
—Sav... ¿Sav,estás bien? ¿Qué sucede palmerita?— preguntó Evan preocupado.
No sacaba las manos de mi rostro y Evan con cuidado las fue quitando dejando ver mis ojos llenos de lágrimas.
—Hey amor... ¿por qué estas llorando? ¿Una pesadilla?
—Algo —hablé en un hilo de voz tocando mi pecho. Mi corazón bombeaba a toda velocidad y no sabía si me desmayaría en ese momento —Un poco. Fue algo triste.
—Pero no fue real, ¿de acuerdo? o... ¿sí?
Asentí. Estaba segura que fueron muy reales esos sollozos.
—Eras tú... estabas llorando. Y gritabas... —hablé queriendo volver a llorar. Me tembló el labio inferior y abracé a Evan refugiándome en él —En serio te escuché llorar. Mucho. Pude sentir lo triste que estabas.
Evan pareció algo confundido pero de todas maneras me abrazó.
—Pero estoy bien. Y estoy aquí contigo —musitó dándome pequeños besos en mi hombro.
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Perfecta Atracción ©
RomanceSecuela de "Perfecta Destrucción" Si estás pensado en leer esta historia, es necesario que leas la primera parte para entenderle. Después de despertar de un largo coma, Savannah se enfrenta a una realidad desconcertante: no recuerda nada de lo que...