"Quisiera... Quisiera casarme contigo".
¿Y qué le había respondido yo?
"Yo... Yo también te quiero, Evan".
Luego de eso Evan me sonrió y se durmió.
Quería golpearme tanto. No mentía. Me había levantado de la cama y me había dado unos golpecitos en la cabeza contra la pared de mi habitación.
¿Y si Evan lo había dicho seriamente y yo había respondió algo tan... tonto?
No podía imaginarme estar casada con Evan y llamarle esposo. Era algo precioso realmente, podía literalmente derretirme. Me había enterado recientemente que Adam no había comprado ningún departamento, si no que había sido Evan, él se iba a ir allí para estar más tranquilo y ahora ese departamento se encontraba vació porque él se iba a suicidar.
Admiré por horas a Evan anoche. Horas y horas porque se veía tan bonito durmiendo y quería despertarlo y preguntarle si lo del casamiento era cierto.
Aunque no podía imaginarme a mí con un vestido de novia y a él colocándole un anillo en el dedo anular. Sabía que era algo pronto pero podría pasar en un futuro, yo no tenía prisa.
Pero lo imaginé. Y fue lo más hermoso que pude haber imaginado jamás porque ya no podía expresar todo lo que Evan me hizo sentir durante estos meses.
Era increíble lo que podía sentir por alguien con tan solo mirarlo, era como si algo explotara de en mi pecho, me dolía, me emocionaba y quería llorar porque lo amaba.
Evan se había ido hace dos horas y treinta y cinco minutos y yo seguía debatiendo si ir a su casa y aclarar la duda del casamiento.
1) No quería quedar mal en la situación y que me pusiera como un completo tomate y quisiera llorar de la vergüenza y 2) Evan había estado un poco extraño desde que se había levantado y parecía realmente pensativo respecto a algo.
Y yo quería saber si exactamente era por lo que había dicho.
En serio estaba por echarme a llorar porque no tenía ni la más mínima idea de lo que iba a hacer. Quizá solo fue una broma de él y me lo estaba tomando muy en serio. O quizá debí haber dicho; "Me encantaría casarme contigo, Evan". Pero no lo hice, y además le he dicho te quiero. ¿Qué clase de monstruo/ novia era?
Estaba recostada en el respaldo de mi cama y pensé en cómo Evan se encontraba ésta mañana. Después de haber salido del baño, se sentó en la cama sin decir nada y yo fui directamente a él con una sonrisa y me coloqué detrás de él para pasar mis manos por los hombros.
— ¿Cómo dormiste, Evie? ¿Mejor?
—Sí... Savannah —habló y forzó una sonrisa girando la cabeza hacia mí.
Me bajé de la cama y me senté en el regazo de Evan.
— ¿Sucede algo?
—No, Savannah. Está todo bien —habló algo distraído mirando sus manos.
—Evan...
—No sucede nada. Y si lo hace debo pensarlo primero.
—Pero... ¿hice algo?
—No, Blair —sonrió de lado y me dio un beso en la mejilla. Jamás me llamaba por mi segundo nombre.
— ¿Blair? ¿Sueles llamarme por mi segundo nombre cuando estás raro y enojado?
—No estoy raro y enojado.
¿Y qué paso con "Sav", "cariño" "amor", "palmerita" y etcétera?
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Perfecta Atracción ©
RomanceSecuela de "Perfecta Destrucción" Si estás pensado en leer esta historia, es necesario que leas la primera parte para entenderle. Después de despertar de un largo coma, Savannah se enfrenta a una realidad desconcertante: no recuerda nada de lo que...