Buenas, Livia.
Tanto que se podría decir de tu e-mail que no daría ni tan siquiera el número de caracteres necesarios si es que esto tiene un máximo de ellos. Espero que no.
Primero, gracias por confiarme algo tan importante, por dejarme entrar un poco en tu mente y cada cosa que pase por ella puede ser necesario saberla, corazón, así que jamás te pongas barreras. Lo mejor que puedes hacer es permitir a tus ideas fluir, de la forma que mejor puedas, y más si son tus propios sentimientos los que están pidiendo salir al exterior en busca de algo de comprensión pues ellos mismos parecen no entender en ocasiones que sea normal su propia respuesta.
El bullying, lamentablemente, no fue algo que se empezase a tener en cuenta hasta hace relativamente poco. Pienso, que la gente creía que como son "cosas de niños" no había que meterse, pero precisamente por ser cosas de niños había que hacerlo. La infancia es la época crucial. Somos como esponjas que aprendemos a funcionar de una determinada manera. He de presuponer que tus kilos de más no han debido ayudarte demasiado en el colegio. Y dado que los niños son lo suficientemente crueles como para destrozar la moral de otros niños por sus más mínimos "fallos" o por salirse de lo estipulado, comprendo que puedas tener esa obsesión por tu cuerpo. Pero, ¿crees realmente que no puedes cambiar nada? Claro que puedes hacerlo. Todo el mundo puede adelgazar y aunque estés cerca de los cien kilos no creo que sea para nada necesario una operación de reducción de estómago y esas cosas. No dejes que si vayas a un médico te convenza de algo tan peligroso, porque una operación tiene que ser el último paso. Hay que intentar todo lo demás. Por ejemplo, ¿te mueves? ¿Haces ejercicio con regularidad? Porque es fácil que de no ser así todo lo que comes, todo te lo quedas porque no quemas absolutamente nada.
Créeme, si te pasa lo mismo que me pasaba a mí habrás odiado todo lo que te he dicho sobre el peso en el párrafo anterior, pero no hay otra solución. Yo también pesaba prácticamente lo mismo que tú y por fuerza de voluntad además de obligarme a mí misma a hacer ejercicio es como conseguí empezar a bajar esos kilos de más que tanto odiaba.
Sin embargo, cabe preguntarnos algo. ¿Odias tu cuerpo porque realmente a ti no te gusta o por imposición externa? Verás, por mucho que creamos que no, la sociedad tiene mucha fuerza en nosotros. Imagino que habrás escuchado el término "presión de grupo". Esa presión puede transformarse en una obsesión por conseguir encajar y no recibir rechazo de los demás. Incluso, puede llegar un punto en que hayas interiorizado tanto este hecho que no sepas si realmente tú odias tu cuerpo o lo odias por culpa de aquello que los demás te decían sobre él. En mi caso, no sabía diferenciarlo.
Si tú tienes la posibilidad de separarte de eso, aunque costará. Piensa si realmente una mujer tiene que ser como las modelos que salen en la pasarela. Piensa también si la imagen lo es todo. ¿Crees que una persona por ser delgada o por ser más gorda es más o menos inteligente? ¿Tiene más o menos problemas? De ser así, quiero que pienses entonces en todas esas pobres chicas que terminan cediendo a la bulimia o la anorexia por verse demasiado gordas, por no ser igual que esas modelos y como finalmente el objetivo se vuelve enfermizo porque no es suficiente con estar delgada, necesitan tener piel y huesos únicamente y aún así llegan a ver reservas de grasas porque tienen la vista distorsionada pensando que pesan esos cien kilos de los que tú ahora te estás quejando. De hecho, muchas de ellas ni tan siquiera llegaban a los setenta kilos, pero "la presión de grupo", un simple insulto de alguien, o una propaganda engañosa puede hacer mucho mal en determinadas épocas de la vida donde somos más vulnerables en nuestro desarrollo.
En cuanto al vello... ¡bienvenida al club! Debe ser algún tema biológico lo que nos lleva a tener más pelo que otras mujeres, sí, pero ¡no te confundas! Generalmente las personas en las que nos fijamos son famosas que tienen un equipo de esteticiens importante que no las dejan salir con un solo pelo en ninguna parte de su cuerpo y aún así, hay fallos. Hay algunas famosas que han perdido la imagen de perfectas por hacer algo que seguramente habremos hecho la mayoría de las mujeres: ir con las axilas sin poder depilar aún porque el vello no es lo suficientemente largo como para hacerlo con la cera y... ¡pum! los fotógrafos captan el momento porque como son seres humanos se olvidan de que no tienen que levantar los brazos para saludar a sus fans.
ESTÁS LEYENDO
Simplemente Kyra (Parte 1)
Non-FictionKyra ha conocido el dolor a una edad muy temprana. Con dieciséis años su mundo dio un giro radical cuando descubrió el lado oscuro de la salud mental. Ahora, a sus treinta intenta salir poco a poco demostrándose a sí misma que no hay nada que no pue...