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—¡Eso es Axel! —festejó Vicky.

—Lo logré...

—¡Lo lograste!

Había terminado todos los ejercicios de rehabilitación sin caerme ni una vez. Ya tenía un par de meses aquí y aunque el avance era lento, sabía que poco a poco iría mejorando.

Aún quedaba un largo camino, pero ya era capaz de sostenerme por mi cuenta.

Era algo pequeño, pero para mí, fue como sentir que tenía el mundo en mis manos.

Por una razón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora