90

279 60 0
                                    

Mi madre había prometido investigar sobre mis posibilidades de seguir estudiando, luego de comentarle mis preocupaciones. Hablar con ella desde el fondo de mi corazón me ayudó mucho a ver las cosas de otra perspectiva.

Era un pequeño genio de la informática. Para la carrera no necesitaba mi pierna, sólo mis manos y mi cerebro, eso dijo ella, con total confianza y felicidad.

Puede que no todo estuviera perdido.

Por una razón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora