19

394 90 1
                                    

—Tengo novio —confesó entre risas aquella tarde.

Habíamos quedado para ponernos al día de todo lo sucedido durante ese año separados, a pesar de que habíamos estado comunicándonos a través de mensajes. Vimos películas, me mostró todos sus dibujos, sonrió abiertamente cuando le conté sobre la vez que le robé una botella a mi padre. Y no soportó las carcajadas cuando llegué a la parte en la que me descubrían.

Sin embargo, nunca me esperé que ese comentario brotara tan casualmente.

—¿Novio?

¿Para qué negarlo? Esa fue la primera vez que me rompieron el corazón.

—Sí, es un chico mayor. Vive cerca de la casa de mi madre.

—Pero no lo verás en mucho tiempo.

—No importa, para mí, él sigue siendo mi novio.

No hace falta explicar que eso no duró demasiado tiempo.


Por una razón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora