38

334 80 1
                                    

Mi herida cicatrizó a pasos agigantados, según los doctores. Se lo atribuían a que era joven, a mi buena salud.

Debía vigilar y cuidarme, pero ya estaba dado alta.

Lo que significaba que debía ir a terapias, a rehabilitación, para aprender a movilizarme por mi cuenta y no en una silla de ruedas.

Al menos las muletas eran menos denigrantes para mí.

Por una razón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora