87

278 61 0
                                    

Moverme sin una pierna era difícil. A veces incluso era difícil salir de la cama. Ya fuera en muletas o en la tan odiada silla de ruedas, todo se hacía mucho más complicado.

Buscar el equilibrio, no tropezarme, cuidar mi pierna sana, no dar un mal paso.

No era sencillo adaptarme.

Pero poco a poco, con el pasar de las semanas, comencé a hacerme la idea de que así era mi vida ahora. Escribir en el diario ayudaba. Vicky ayudaba. Mi familia ayudaba.

Y ahora yo también me ayudaba.

De alguna forma, logramos que funcionara. 

Por una razón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora