116

288 52 0
                                    

—Fue suficiente —susurró, derrotada—. Me iré si eso quieres, pero primero vas a escucharme.

—No quiero...

—No me importa lo que quieras —interrumpió, mostrándose enfadada—. Vas a oírme, quieras o no.

Me señaló el sofá, ordenando que me sentara.

Le seguí la corriente, sólo porque estaba cansado de discutir.

Y porque odiaba hacerle daño.

Por una razón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora