∆°•~Solo hombres~•°∆

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- ¡Miguel! - Mangel escuchó como su madre lo llamaba y su corazón se detuvo . Miró hacia los lados , cogió la primera sudadera que vio y se la puso por encima para cubrir su cuello .

- Ya voy - avisó , mirándose una vez más al espejo para comprobar que no se viese las marcas en su cuello .

Bajo las escaleras apresurado , llegando hasta el salón , donde sus padres ya esperaban con las maletas en las manos .

- Hijo - su madre sonrió al verlo y se acercó para poner sus manos sobre sus mejillas . - Podemos confiar en ti ¿Verdad? - preguntó alzando una ceja , Mangel solo sonrió inocente y asintió . Su madre le devolvió la sonrisa y le dejó un beso en la frente .

- No te olvides de llamarnos por cualquier cosa , ¡Ah! Y ya sabes , nada de traer a nadie a casa - le avisó su padre , aunque ya sabía a quien se refería con "nadie" , se refería a mujeres .

Varios besos después , sus padres se fueron y lo dejaron solo por fin , tendría su casa sola por dos días . Suspiró aliviado y se tiró al sofá .

Sus padres eran un tanto ...especiales . Eran muy religiosos , demasiado , y muy estrictos con sus normas .

Ellos siempre le habían educado en la religión (aunque Mangel ni siquiera creyese en Dios) pero , tenía que disimular junto a sus padres . Hace poco había tenido la típica charla "sobre sexo" con ellos y básicamente le habían dicho que no podría estar con nadie hasta después del matrimonio .

Obviamente  , ellos no sabían que había estado saliendo con Rubius , y mucho menos que le atraían los chicos . La verdad era que tenía mucho miedo de contárselo , porque serían capaces de mandarle a un internado de curas y seguramente no volverían a hablarle en la vida .

Ellos respetaban las opiniones y creencias de todo el mundo y también su orientación sexual , como buenos cristianos , pero en su familia no podía haber uno esos "enfermos" como ellos lo llamaban .

Entró de nuevo al baño y se quitó la sudadera para ver de nuevo aquella marca , ya había tenido ese tipo de problemas con Rubius y le costaba bastante ocultárselas a sus padres , pero no podía dejar que las vieran de ninguna manera .

Aunque sí seguía siendo virgen , no tenía nada que ver con la opinión de sus padres , solo que todavía no se sentía preparado .

Peor lo que más le preocupaba de todo eso , era que ellos ya hablaban sobre concertar su matrimonio . Obviamente no le apetecía para nada la idea de casarse con una mujer solo porque le gustase a sus padres . Según ellos ya tenían a la "chica perfecta" para él , aunque sin conocerla ya sabía que le faltaba algo , ser un hombre , porque era lo único que le atraían : solo los hombres .
Eran las cinco , Lolito ya tenía que estar a punto de venir . Había quedado con él para hablar las cosas , ya que todo estaba sucediendo de manera algo extraña .

Iban a háblarlo esa mañana en los baños pero habían acabado de otra manera...

Se habían encontrado hace como una semana en la cafetería al lado del parque y , aunque ya se conocían por cuando Mangel estuvo con Rubén , nunca se habían llevado demasiado . Habían hablado mucho esa tarde y lo pasaron muy bien , así que quedaron al día siguiente y entonces fue cuando empezó todo , cuando se besaron por primera vez .

Escuchó el timbre de la puerta y se sobresaltó . Fue a abrila y se detuvo en la puerta para mentalizarse y relajarse .

- Hola - sonrió cuando abrió la puerta .

- Hola - Lolito le sonrió de vuelta y Mangel se hizo a un lado para dejarle pasar . Ambos subieron al cuarto del menor y se sentaron sobre la cama , pero el pelinegro estaba tan nervioso que comenzó a hablar de tonterías y sobre esa mañana en clases .

- Oye Mangel , no me has llamado para hablar de eso ¿cierto? - dijo Lolito riendo y encarando una ceja . El contrario suspiró y negó . - Bueno , pues dime...¿De que querías hablar?

Mangel llevo una mano hasta sus gafas para colocarlas bien . Al notar su nerviosismo , Lolito no pudo evitar sonreír con ternura y juntar sus manos , sorprendiendo al pelinegro .

- L-lo que quería decirte es...sobre...bueno , lo de esta mañana en el baño...que la final no hemos podido hablar - empezó , no sabía si que Lolito le diese la mano le tranquilizaba o le ponía más nervioso . - Y...lo que quería aclarar es...- se tomó unos segundos para pensar si decirlo o no - ¿Que somos?

Lolito ensanchó su sonrisa .

- Q-quiero decir...si somos algo o...no - la verdad era que tenía mucho miedo de lo que fuese a decir . ¿Y si no había sido más que un juego y él se había ilusionado?

- Bueno...ahora mismo no somos nada - dijo encogiéndose de hombros , Mangel apartó la vista . - Pero podemos serlo. - el pelinegro frunció el ceño y lo miró de nuevo , sin creerlo.  - Si tú quieres , claro - aclaró el ojiverde .

El de gafas sonrió nervioso , no sabía que decir . Asintió levemente , esperando que eso fuese suficiente para dar a entender al otro que sí quería que fuesen algo .

Lolito reprimió una carcajada por la actitud tan adorable de aquel chico , demasiada ternura en una sola persona . Llevo una mano hasta su mejilla y la acarició con suavidad , disfrutando del tacto . Sentía algo de miedo , era como si fuese a romperlo en cualquier momento y eso lo asustaba , su piel era tan suave y pálida como la porcelana .

Mangel solo cerró los ojos , le gustaba que le tratasen así , con mimos . Siempre le había gustado que le demostrase mucho el afecto de esa manera .

Lolito llevó su mano hasta su otra mejilla y se acercó despacio a él hasta dejar un suave beso en sus labios , luego otro , y otro...y así hasta que los besos dejaron de ser suaves pero seguían siendo dulces . Mangel lo abrazó por el cuello para acercarse más a él mientras que el contrario bajaba sus manos hasta su cintura . Se separaron por falta de aire después de un buen rato , ambos con los labios un poco hinchados .

Miguel se sentía algo avergonzado , siempre se sentía así cuando se besaban porque no era un esperto para esas cosas , así que solo ocultó su rostro en el cuello del otro mientras disfrutaba del olor de su cabello . Estuvieron así un tiempo , sin cansarse ni aburrirse , solo disfrutando el uno del otro y del silencio , hasta que Lolito volvió a hablar .

- Mangel - dijo con voz suave y no muy alto , recibiendo un gemido de asentimiento. 

- Quiero oírlo de tus labios - Mangel frunció el ceño y lo miró con la cabeza ladeada , sin entender a lo que se refería .

- Quiero oír en voz alta que sí quieres salir conmigo .

- Sí quiero salir contigo - repitió , mirándole a los ojos pero con un fuerte sonrojo en sus mejillas , recibiendo otro beso por parte del contrario .

Amores de Instituto ❤️🏳️‍🌈🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora