Last Christmas.

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(Brett)

-si mamá, lo sé, yo también lamento no estar ahí hoy.- dije mientras escuchaba a mi madre reclamar al otro lado del telefono.- claro, yo te lo saludo. Por favor dile a Blandine que me llame en cuanto pueda.

Miré a todos en la habitación.

-Feliz navidad a ti también mamá.- dije y colgué.

A continuación escuché el reventar de una goma de mascar.

-¿y ustedes qué? ¿No van a llamar a su familia?- comentó alan hacia el resto de la banda.

Mat alzó los hombros.

-Ahora que me doy cuenta ¿dónde diablos estan sus familiares? Sólo conozco a los de Brett que le llaman al departamento siempre, y nunca los mencionan más que al primo de Simon ¿Ustedes no tienen padres o qué?

-Creo que estan muy ocupados sintiéndose decepcionados de que sus hijos esten en una banda bajo el nombre de "Andrógina".

-Buen punto, Simon.

Alan lleva aquí dos días, como dije, nos alcanzó en el aeropuerto de colorado, y en cuanto bernard lo vió me miró como si dijera "¿De verdad tenías que involucrar a más personas?"

Aun que pienso que de cierta forma Alan podía mejorarlo. Bernard actuaba normal, aun que un poco distante y cortante, pero ninguno de los dos volvió a mencionar el tema, y no sé si eso es más preocupante.

Tal vez no sabía que decirme.

Se mantenía callado la mayor parte del tiempo, y no hablaba mucho conmigo más que para cosas acerca de la banda, aun que llegamos a intercambiar opiniones una mañana sobre lo inspirador que le resultaba el invierno.

Presentía que quería acercarse y a la vez mantenía su distancia.

Pero francamente yo no podía hacer mucho.

-como sea, ¿qué planes para hoy?- mencionó alan con ese entusiasmo característico en él.

-Creí que quedarnos aquí a embriagarnos era el plan.-rió Mat.

-No sean unos putos aguafiestas.- Alan me tomó del brazo.- vamos a comprar algo.

-No sé si sea el mejor momento para hacer un festejo navideño.-indiqué.

-Siempre lo es. A demás no hemos hecho nada divertido desde que llegué, parece que Bernard te tiene amarrado de una correa para que no te escapes a la primera fiesta que nos inviten.-rió.

Claramente nadie más lo hizo, y el ambiente se llenó de un silencio incómodo y tenso.

Cabe acalarar que no hablé con Alan de lo que sucedió con bernard hace unas semanas.

Miré a bernard quien estaba sentado en una esquina del sillón carmesí del cuarto de hotel, con una mano recargada en su mentón quitándo pelusas de su camisa.

-Vale, pues vámonos.- dije para romper el silencio.-¿Alguién más va?

Mat y simon solo negarón, pero bernard no volteó.

Luego de eso y evitándonos más escenarios vergonzosos, Alan y yo salimos de ahí rumbo a las frías calles de colorado.

○•○•○•

-oye, Brett, se nos hace tarde.

Hice caso omiso mientras miraba atento unos cassettes en una tienda que me encontré a media calle del hotel.

Estaba pensando en regalarle algo a bernard, hasta que miré el disco de "The queen is dead" en una de las repisas.
Sé cuanto amaba bernard ese disco, eso y como quedó hecho añicos en la fiesta que ocurrió áquel día.

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