(Brett)
Durante los dos días que llevabamos en Edimburgo, Mat, simon y yo, nos dedicamos a turistear vagamente por las calles.
No recuerdo haber estado aquí antes, así que el encanto natural de sus viejas y medievales estructuras me engancharón inmediatamente.La rutina era simple, pasear un rato, y entrar a un pub a beber.
La gente de escocia podía repetir un patrón un tanto singular, y es que son frenéticos y groseros, realmente no quiero estereotipar, pero no puedo negar que, ya que Londres parece un reformatorio, escocia hace que Londres parezca que tiene clase.No creo que importe realmente.
Aún que si que parecen odiarnos un poco.Miraba una chica que se sentaba en una barra a dos metros de mi. Con su melena pelirroja y una sonrísa coqueta, por mi parte, trataba de evitar cualquier contacto, lo hacía bien hasta que Simon se interpuso en mi campo de visión.
-¿No crees que deberíamos volver?
-¿De qué hablas?- comenté tomando un trago.
-De que me preocupa bernard. Digo, ¿no notas que desde que estamos aquí, se la pasa comprando postales y mandandolas? Sin contar que esta haciendo canciones.
-Bernard hace canciones también, simon, él me ayuda porque ninguno de ustedes dos es capaz de inventarse un acorde.- mencioné señalando a Mat.- y lo de las postales, imagino se las manda a su madre.
-Pero es preocupante que ni siquiera se vea triste, ¿no? Hasta parece más feliz desde que lo suyo acabó...
-Simon.-interrumpí.-cierra la boca.
Tomé mi abrigo y pagué los tragos.
-¿Nos vamos?-dijo Mat apresurado tras de mi.
-Yo si, ustedes pueden quedarse si gustan.
-¿A dónde vas?
-Al hotel.
-¿Con bernard?
No respondí y emprendí paso hacia el hotel en el que nos hospedamos.
Ciertamente me ponía un poco a pensar que bernard estuviera repentinamente tan de buen humor.¿Era probable que conociera otra persona, así como yo estoy con Sam ahora?
Realmente no puedo imaginarme a bernard con nadie más.
No me dirigía al hotel para hablar con él, era sólo que no confiaba en lo que pudiera hacer solo. La última vez que algo así pasó no fue nada bueno.
El hotel no estaba lejos, en realidad se encontraba todo bastante cerca aquí, y agradecía que no fuera como londres.
Subí las escaleras y en cuestión de nada, ya estaba en la habitación.
Todo se encontraba sumamente callado.Quizás salió.
Duda que salió de mi mente cuando escuché el agua salir de la regadera de la única habitación que poseía baño aquí.
La mía, por supuesto.Probablemente aprovechó que no estaba.
Pasé por su habitación la cual se encontraba con la puerta abierta.
Su guitarra, vasos de plástico con té frío, y hojas desparramadas por el suelo.
Entré discretamente, y no diré que usmée en sus cosas, yo lo describiría como "informarme indirectamente".Tomé una de las hojas con un titulo que decía "Woman i'know".
Leí un poco, aún que no me parecía que tenía mucho sentido, rebosaba de sentimiento.
Hacía bastante no me mostraba nada de lo que hacía, aun que bueno, tampoco lo pedía.
ESTÁS LEYENDO
Dogman Star
RomanceSiempre me ha resultado tremendamente absorbente ver tocar a Bernard. Incluso bajo la opaca luz de una bombilla de cuarenta vatios, dentro de un local de ensayo y lejos del brillo y el resplandor del escenario, la forma en la que se entrega absoluta...