(Brett)
-¿y que quieres que haga yo?
-Que me digas que debo hacer ¡Maldición, Alan, eres mi amigo!
-¡es que no veo porque estas mal!
-Por muchos motivos, créeme.
- a ver, repasemos.- Alan tomó asiento en el sofá.- Besaste a alguién sin saber si era correspondido y se fue, no te ha hablado en... tres días ¿cierto?- asentí.- Brett ¿por qué diablos te importa tanto? Solo llámala.
-Porque no es tan fácil.
-¿cómo que no? Seguro la chica ya ni recuerda.
-Te aseguro que si.
Alan se recargó.
-Al parecer te gusta mucho.
-Si...- solté un suspiro y me dejé caer sobre el sofá.- Lo arruiné, Alan.
-Tal vez esta confundida. De cualquier forma no la ves seguido y tienes tiempo de pensar en como arreglarlo sin la incomodidad de cruzartela por aquí.
-Alan.
-Recuerdo que tenía una novia en bachiller que iba en mi salón. Terminamos dos meses después, y créeme, es horrible tener a tu ex en el mismo salón. Cuando pasas a exponer es verle la cara inevitablemente y tu sabes lo que pasó entre ustedes.
-Alan.
-Es por eso que nunca tengas pareja en tus áreas de trabajo. Es suicidio, es humillación, es caer en lo más bajo y vergonzoso de...
-Es bernard.
-¿Y bernard que tiene que ver en esto?
-Bernard, yo besé a bernard.
Alan se quedó estático mirándome con los ojos de par en par. Como si esperara la broma.
-Hace tres días, tú trabajaste hasta tarde. Bernard vino aquí, estuvimos platicando, escuchando a los Smiths...
-Malditos Smiths.- susurró con la vista fija en ningún lado.
-...luego nos fuimos al piano.
-Ahorrate los detalles, brett.
-Compusimos, idiota. Y no sé, algo, fue algo raro porque lo vi ahí, tocando, como si fuese la ultima cosa que podía hacer, con una pasión, un talento que... no lo sé. Como si habláramos solo componiendo. Me deje llevar y lo besé. Luego él se fue.
Alan se quedó un rato más en silencio.
-Mierda, Brett. Te he ayudado con todo. Has estado con Modelos, cantantes y demás chicas pero, esto es distinto, es un chico, ¡y de todos los que pudiste haber escogido, escogiste al maldito guitarrista de tu banda!
Me quedé sentado cual perro regañado. Realmente no había mucho que pudiese decir.
-Bernard... Bernard... a Bernard Butler. El señor anderson no quería cualquier persona, oh no, "Todos son muy aburridos para mi, quiero al dedos mágicos versión mini de Johnny Marr"- comenzó a hacer una vaga imitación de mi.
-Bueno, ¿Vas a ayudarme o no?
Se pasó las manos por la cara como so hubiera algo que le desesperara.
-Si, maldición.
-Bueno, Te escucho.
-Vale, si te gusta tanto...
-Bueno, tal vez no me guste tanto.- dije por pura pena.- Tal vez lo confundí con admiración.
-No te hagas pelutodo, Brett, yo admiro a Gene Simmons y no por eso voy a besarlo.
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Dogman Star
RomanceSiempre me ha resultado tremendamente absorbente ver tocar a Bernard. Incluso bajo la opaca luz de una bombilla de cuarenta vatios, dentro de un local de ensayo y lejos del brillo y el resplandor del escenario, la forma en la que se entrega absoluta...