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(Bernard)

Llegamos a las dos de la mañana a inglaterra, ya que fue el único vuelo que el manager pudo conseguir, así que cansados y más dormidos que despiertos, llegamos, pero supongo que después de un vuelo en un avión tan pequeño, estar vivo ya es ganancia.

Literalmente creo que el lema de esta aerolinea debió ser "Antes muertos que llegar tarde".

Al menos así lo sentí.

Recogí mis maletas de la bandeja y salí a tomar un taxi rumbo a casa, al igual que cada uno de nosotros.

Miraba las calles de londres nuevamente, frias y húmedas. Una ligera lluvia cubria la ventana del auto, estaba seguro que habría niebla por la mañana.

Toqué mi bolsillo, donde me aseguré que llevaba  áquella pequeña pulsera que logré comprar para Sam durante mi estadía en Escocia. Estaba hecha de hilo entretejido color marrón con una pequeña piedra color esmeralda tránsparente en el medio. Imaginaba, podría dársela más tarde.

Incluso mostrarle áquella canción que hice durante el viaje, no puedo negar que tuve un momento creativo entre las viejas estructuras medievales, y en parte también, gracias a ella.

Sonreí inconscientemente, mientras frotaba con el dedo la piedra color esmeralda de la pulsera.

•○•○•○

Seguro debí dormir cuatro horas únicamente, pero por alguna razón me sentía con bastante energía.

Eres jóven, bernard, ya verás después.

Eso diría mi padre.

Yo por el momento, estaba plantado frente a la casa de sam, repasando todo lo que diría.

"Estaba en escocia, miré esto y pensé en ti, así que lo compré"

No, eso suena extraño, y bastante obvio.

"Hola sam, pasaba por aquí de casualidad ¿qué tal? Muy bien, mira,  Te traje esto de escocia".

Muy cortante.

"¿Qué tal? ¿Te gusta la pulsera? Te la doy".

Eso es peor.

"Hola sam, ¿cómo estás? ¿Yo? Pues neutral, pasaba por aquí con el propósito de encontrarte para darte esta pulsera que traje para ti de escocia, ya sabes, no podía quitarte de mi mente, y quería comprarte cada cosa que miraba, pero no lo hice porque no quiero parecer un idiota acosador desesperado, sólo que como soy bastante estúpido, (y eres mi primer acercamiento a una chica que no termina en dejarme plantado), me quedé quince minutos fuera de tu casa pensando en cómo decirte toda esta sarta de estupideces como el retraido social que soy".

Brillante.

-¡Bernard!

-Mierda.-solté sin querer al percatarme repentinamente de la presencia de sam.
Casí me saltó el cuerpo.

Ella soltó una risa, imagino yo comencé a ruborizarme.
No era para menos, me encanta ponerme en ridiculo.

-perdón.-contesté frotando mi nuca.- me asustaste.

-No hay cuidado. ¿Qué haces aquí? Creí que la banda no despertaría para hoy.-sonrió.-ayer por la madrugada Brett me llamó, dijo que llegarón a las dos, creí que aún estarias dormido.

-Bueno, el día es corto y hay cosas por hacer.-comenté.- ¿vas a algún lado?-miré la pequeña bolsa naranja en su mano.

-Devolveré esto a una tienda a un par de calles de aquí. ¿Tienes algo mas que hacer?-dijo al ver el estuche de mi guitarra en la espalda.

Dogman StarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora