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-¡te juro que pedí un Compacto!

-es un compacto europeo, Mat.

-Esto no es un compacto, parece el auto de un circo... mis juguetes son mas grandes que esto.

-solo conduce.

-¡Esto hago! Si presiono más mi pie saldrá del auto.

La carga del equipo de sonido era demasiada, junto con los instrumentos era mucho, incluso para el carrito de payaso en el que íbamos. La renta del estudio nos estaba ajustando el presupuesto y tuvimos que reubicar las cosas, si seguiamos así no tendríamos ni un quinto para el resto de la semana.

-Es Mat, el siempre tiene la habilidad de que cualquier cosa que usa se hace miniatura.- mencionó Simon.- como aquella vez que quisiste tocar la guitarra pero cuando te la pusiste parecía más bien un ukelele.

-Callate, ni si quiera soy el más grande aquí.

-Claro que si, después es Brett, luego Bernard y yo.

En lo que mat y Simon discutían sobre el tamaño de quien, una figura femenina llamó mi atención bajo la delgada luz de una farola.

A penas y podía observar algunas facciones suyas, pero había algo llamativo de dicha chica que paseaba misteriosamente por Lancaster Road.

-¿verdad que si?- se dirigió Mat a mi haciéndome despertar de aquel trance.

-¿mmh?

-¿Lo ves? Ni si quiera le importa.- volvió simon.

Le ignoré de vuelta y miré hacia la calle en donde vi a la chica, ahora ausente.
Miré levemente por el retrovisor, las luces de los autos al paso iluminaban por pequeños destellos el rostro de un Bernard dormitando en el asiento trasero, volví la vista a la carretera cuando noté que Mat y simon se habían callado y ahora me miraban de manera rara.

-¿Qué?- pregunté rápido.

-ey si, hazte.- habló Mat.

No quise hacer otro comentario, principalmente porque los conocía y sabía que despertarían a bernard con su escandalo sin sentido.

En el auto todo quedó en silencio el resto del camino.

•●•●•

Para cuando llegamos todos al pequeño departamento que tenía con Alan las calles se encontraban más que vacías.

Bajamos del auto y recorrí el asiento delantero.

-Eh, Boy wonder, llegamos.- le moví levemente el hombro.

-¿a Dónde?- contestó entre abriendo los ojos con la voz siseante.

-Al departamento.

Me hice para atrás y deje que Bernard saliera del auto, mientras Mat y simon me miraban de manera incriminatoria desde la entrada de la casa.

Alcé los hombros pero ellos únicamente me respondieron negando con la cabeza y fulminandome.

Nos dirigimos a la entrada con la sorpresa de que el departamento estaba en sumo silencio, señal que Alan no estaba, quizás trabajo hasta tarde.

Rápidamente Mat y Simon se desplomarón en el sillon.

-¿puedo usar tu baño?- comentó Bernard.

-claro, Al fondo.- señale, este se dio paso al baño mientras le veía irse. Al voltear de nuevo Mat negaba con la cabeza.

-¿Quieren parar? Ni si quiera se que significa eso.

Dogman StarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora