The Asphalt world (part.1)

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(Bernard)

Desperté de a poco debido al ruido del tren pasar no muy lejos de aquí, y miré al techo, aún adormilado, recordando lo sucedido hace unas horas. Quizá reflexionando sobre la repentina confianza que me invadía desde hace tiempo, y que me llevó a hacer esto.

Miré a mi lado, Mayra parecía haberse evaporado, y ni siqueira había más rastro de presencia suya por algún lado de la habitación.

Miré hacia el reloj despistadamente, son las nueve de la mañana.

Nueve...

¿No tenía yo que estar en el estudio a esta hora para grabar las guitarras de The asphalt world?

Maldición.

Me levanté de inmediato tratando de buscar mis pantalones y ropa interior limpia.
No tuve tiempo de mirarme al espejo siquiera, salí corriendo de ahí con mi guitarra en mano.

(Brett)

Di la vuelta en cama como cada mañana para poder abrazar a sam antes que despertara por completo, o era así hasta que lo único que logre tomar fue un puño de almohadas donde se suponía, debía estar ella.

Escuché unas voces en la cocina, lo suficientemente claras para saber que eran de Alan y sam, aún que no lograba entender con claridad qué era lo que decían, parecían susurrar.

Me levanté y coloqué mi ropa del día anterior, si, aún estaba algo limpia.

Salí al corredor donde podía ver a Sam y alan en la sala, hasta que ambos me vierón acercarme, y Alan rápidamente tiró el periódico a la basura.

Todos nos quedamos en silencio un momento.

-¡Brett, que sorpresa! ¿Qué haces aquí?- mencionó sam junto a Alan.

-Aquí vivo.-respondí mientras fulminaba a Alan, algo aquí pasaba.-¿Por qué tiras el periódico? Sabes que lo leo cada mañana.

-Es pura porquería Brett, lo mismo de siempre, drogadictos, basura, morrissey criticando bandas que a nadie le importan. El día común en inglaterra.

-Pe..

-¿No vas tarde al estudio?- preguntó sam.- ya son las nueve.

Miré a ambos, luego al reloj para confirmar que ya era algo tarde.

Tomé mi abrigo, aún sin dejar de verles.

-¿vas?-pregunté refiriendome a sam.

-Tengo trabajo.-contestó rápidamente.

Asentí, abrí la puerta y salí de ahí preguntándome si Alan estaba alucinando por las drogas o si sam sabía algo.

Claro que lo sabía.

Fuí hacia el dispensador de periódicos que se encontraba en la esquina, pero no había ninguno.
Y eso que es bastante tarde para que aún no los llenasen.

Creí que probablemente solo se tratara de esta calle, pero mientras avanzaba rumbo al estudio, me di cuenta que no había rastro de alguno en los dispensadores siguientes.

Seguí mi camino, hasta llegar al estudio, donde Simon ya se encontraba grabando la pista de batería para la canción.

-¿Y bernard?- pregunté.

-Aún no llega.- alzó los hombros.-¿sabes si algo pasó?

-¿yo por qué lo sabría?

-Porque ayer ustedes dos pelearón.-decía en voz baja para no interrumpir la grabación.

Dogman StarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora