Tsukishima-sensei ❤︎ ┊ TsukiYama.

2O

La amistad entre Sayaka y Yamaguchi comenzó a ser exponencial. La química se veía desde lejos y la verdad es que ambos estaban en la misma sintonía. Le agradaba su presencia. Y bueno, la relación con Kenma también iba bien, aunque no hablaran tanto fuera de un ámbito académico. Ahora mismo la rubia y el pecoso estaban en la cafetería de la universidad, buscando algo que comer.

—¿Tú no vas a comprar nada, Sayaka? —preguntó el más alto mientras echaba algo de comida a su plato.

—Soy vegana, traigo mi propia comida —le sonrió mientras sacaba un envase de su mochila, lo que parecía ser comida.

—Oh, ¿si? Eso es genial.

—Mmh, más o menos. Me cuesta encontrar comida así en lugares públicos. Siempre tengo que estar trayendo mi propia comida.

—Pero, ¿lo haces por una dieta o por los animales?

—Ambas.

Se sentaron en una mesa vacía para comer. Siguieron hablando de aquel tema, el cual parecía interesarle mucho a Yamaguchi. Entretanto conversaban, una cabellera rubia se asomo por las puertas de la cafetería. Era su querido profesor Tsukishima. Al verle, cruzaron miradas. El pecoso le sonrió y el mayor le hizo un gesto con la mano.

Sayaka había notado eso, y la verdad es que estaba muy curiosa con la relación que tenía con su profesor debido a que ayer los había visto conversar de manera muy cercana.

—Yamaguchi... ¿Tsukishima-sensei también te hace clases? —preguntó mientras le daba una mascada a su sándwich.

—Sí, de matemáticas —respondió dándole un sorbo a su agua.

—Ayer los vi hablar...

Yamaguchi miró a la chica con una ceja elevada.

—Su relación solo es de un profesor y estudiante, ¿verdad? Es que los vi muy cercanos... —comentó mientras rascaba su nuca.

El pecoso se atragantó con su propia agua.

—Sí, solo es una relación normal de estudiantes y profesor... ¿qué te hace pensar eso?

Sayaka negó con su cabeza.

—¡N-no, es solo que...! —hizo una pequeña pausa—. Me quedé un rato dando vueltas ayer cuando nos despedimos, y te vi hablando con él como si fueran amigos de toda la vida.

Yamaguchi suspiró y se quedó pensativo. Ella se veía una buena amiga, ¿tal vez debería contarle? Su amigo Kenma lo sabía hace bastante tiempo y no decía nada a nadie.

—Bueno... tal vez tengo una relación especial con él —dijo en voz baja, haciendo comillas la palabra especial.

La chica abrió sus ojos en grande, para luego soltar una carcajada divertida.

—¡Oh, entiendo, entiendo! No le diré a nadie, si es lo que crees... Es solo que se me hizo curioso.

—No, está bien.

Se quedaron unos segundos en silencio.

—Por eso le dijiste a Ayane que intentara hablar con Kuroo-sensei, ¿no? —Yamaguchi asintió—. Ya veo, dudo que corra la misma suerte que tuviste con Tsukishima-sensei.

—Yo también. Lo único que sé es que Tsukishima-sensei y Kuroo son amigos, una vez los vi tomando en el bar que hay cerca de aquí... Fue muy curioso porque yo también estaba allí, y cuando le pregunté si es que estaba solo me dijo que sí.

—¿¡O sea que dejó de lado a su amigo por hablarte!? Wow.

—Sí... aunque no lo sé, no recuerdo muy bien lo qué pasó ese día.