Un nuevo día de la semana comenzaba para Yamaguchi. Se levantó de su cama, se duchó y se vistió, además de tomar desayuno para luego ir camino a su universidad. Estuvo todo el fin de semana pensando en qué había pasado el viernes, lo único que recuerda es que su profesor fue a su casa y nada más. Realmente esperaba que nada más hubiera pasado, y si es que pasó algo, se maldijera por haber tomado mucho y no recordarlo.
Cuando entró a la clase, estaba su querido maestro muy concentrado mirando su laptop. Se acercó a este para saludarlo.
—Buen día, sensei.
El rubio miró a su estudiante e hizo una seña para que se acercara. Yamaguchi apretó sus labios y se acercó a su puesto.
—Yamaguchi, ¿recuerdas lo que pasó ese día? El viernes —preguntó en un susurro.
El pecoso soltó un suspiro.
—No mucho, solo recuerdo que me llevó a mi departamento y nada más... —respondió con simpleza, aunque luego se dio cuenta de sus palabras—. ¿No pasó nada raro verdad? Entre nosotros...
Tsukishima le miró con seriedad.
—No, no pasó nada. Solo te dejé en tu habitación y me fui.
—Oh... es que me pareció que... —hizo una pequeña pausa para llevar su mano a su nuca—. No es nada.
Acto seguido caminó en dirección a su pupitre junto lo que parecía ser su amigo con el que salió en el bar. Tsukishima no se percató cuando estos se volvieron amigos.
—Hola, Kenma —saludó el pecoso sentándose.
—¿Cómo te fue con tu maestro?
Yamaguchi rio.
—Ah... fue muy bueno —luego procedió a contar todo lo que había pasado.
...
En mitad de la clase, Yamaguchi tuvo una duda respecto a un ejercicio, a lo que no dudo ni dos segundos en levantar la mano para exponer su pregunta. Tsukishima paró de hablar casi al instante también y le cedió la palabra a su estudiante.
Mientras exponía su duda, el pecoso no dejaba de mirar a los ambarinos del mayor y este no dejaba de ver a los ojos del estudiante. Cuando terminó de hablar, el maestro respondió su duda haciendo el ejercicio de nuevo en la pizarra. Yamaguchi apoyó su codo en la mesa mientras sostenía su cabeza, mordiendo su labio inferior al ver a su profesor explicar el problema.
Realmente, el conocimiento era tan excitante que Yamaguchi no podía esconderlo.
—¿Entendiste porqué da ese resultado, Yamaguchi?
—Sí, sensei. Gracias.
El rubio sonrió y siguió con el tema.
—Contrólate, Yamaguchi. Tienes diecinueve años, ya no eres un adolescente hormonal —le susurró su amigo.
—Habla por ti.
—¿Qué dices?
—¿Qué pasa con Kuroo sensei?
Las mejillas de Kenma se sonrosaron por la vergüenza y negó con su cabeza, volviendo a su cuaderno. Yamaguchi rio, y al parecer lo suficientemente alto para que su profesor le llamara la atención.
—Yamaguchi, por favor. Concéntrate —pidió apoyándose en la pizarra.
¿Puedes dejar de ser tan sexy? Por favor.
—Ah, sí, sensei. Lo siento.
Y así la clase transcurrió con normalidad. A la hora de salir, se despidió personalmente de su profesor, como solía hacerlo.
—¡Adiós, Tsukishima sensei! —dijo con una sonrisa brillante moviendo su mano.
El nombrado sonrió con calidez.
—Adiós, Yamaguchi. Que te vaya bien.
—¡A usted igual!
Tsukishima se quedó con una sonrisa en su rostro, una honesta y sencilla. Tomó sus cosas y fue en dirección a su área de descanso, necesitaba tomarse un café. Cuando entró a este, se encontró con su querido colega Kuroo.
—¿Qué tal fue eso? —preguntó, dándole un sorbo a su café.
—Ah... no lo sé, estuvo bien creo —respondió, apretando un botó en la máquina para hacer café que tenían.
—Yo los vi muy felices tomando y tomando.
Tsukishima se quedó pensativo mientras revolvía el café con el azúcar para que se mezclaran.
—Kuroo... ¿salir con un estudiante es ilegal? —preguntó, dando un sorbo a su café.
Kuroo abrió en grande sus ojos, atragantándose con el agua que estaba tomando. Luego volvió a tener compostura.
—Mientras no sea menor de edad y no sea una relación con intereses no hay problemas.
—Ah.
Tsukishima sonrió y se sentó en su mesa, comenzando a corregir algunos exámenes que tenía encima. Kuroo se sentó a su lado.
—Espero no hagas lo que estás pensando.
—No soy un pedófilo, Kuroo.
—Pero él ya es un adulto, es consciente de sus acciones.
Después de esa salida al bar, pudo ver que no completamente.
—¡De todas maneras...! Tienes que priorizar el hecho que le gustes tú a él que te guste a ti, sería raro que te enamoraras de un estudiante, y si te saca de esa amargura diaria que tienes, ¿por qué sería algo malo? Al contrario.
—No lo sé, Kuroo. ¿No es algo no ético? Podrían despedirme.
—¡No exageres! No tienen por qué saberlo, además es una relación fuera de la universidad, no es dentro, ¿entiendes?
Tsukishima se quedó pensativo.
—Puede que tengas razón...
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Tsukishima-sensei ❤︎ ┊ TsukiYama.
FanfictionYamaguchi es un estudiante universitario. En su primera clase con su profesor Tsukishima, no puede evitar sentirse atraído por este y 𝘦𝘮𝘰𝘤𝘪𝘰𝘯𝘢𝘥𝘰 al ver lo estricto y ordenado que era. * Por favor, evita hacer comentarios homofóbicos, misóg...