Un nuevo día de la semana comenzaba con normalidad. Hoy era el día en que Yamaguchi y Kenma debían hacer ese trabajo que habían estado haciendo el fin de semana, la verdad es que estaban algo ansiosos y nerviosos, sobre todo Kenma. Quería tener una buena calificación y por eso es que quiso ser con Yamaguchi, además de que fuesen amigos.
El pecoso entraba al salón apretando las correas de su bolso mirando al suelo. Estaba tan distraído que chocó con su profesor al entrar.
—¡Ah, lo siento, sensei! —se disculpó haciendo una pequeña reverencia. El rubio le miró extrañado.
—Buenos días, Yamaguchi —saludó como si nada.
El nombrado miró a los ambarinos ajenos.
—Buenos días, sensei.
Caminó con paso lento y cuidadoso de no caerse en el trayecto, ¿por qué estaba tan nervioso? Habían hecho todos los ejercicios matemáticos con Kenma de manera correcta, incluso aprovechó la cercanía que tenía con Tsukishima para preguntarle si uno de ellos estaba correcto. Lo más probable es que se encontrara así porque debía presentar en frente de todos, además de que él tenía una reputación, que era ser uno de los más inteligentes de la clase.
Se podía notar en el ambiente la tensión con sus demás compañeros. En general, todo era una competición, aunque él intentaba no caer en aquel juego y hacer las cosas por su propio beneficio.
Se sentó en su pupitre junto Kenma, apoyando sus brazos sobre la mesa y sosteniendo su cabeza mientras miraba a su profesor escribir algunas cosas en un papel entretanto miraba su laptop.
—Yamaguchi, no estés nervioso. Nos va a ir bien —intentó tranquilizarlo.
—Eso espero...
—Hicimos todos los ejercicios, no te preocupes por eso, ¿si? —dio una palmada en su hombro para animarle.
—Tengo la sensación de que Tsukishima sensei va a cambiar todos los números pero la manera de hacer los ejercicios será la misma —Kenma le miró extrañado.
—¿Él te dijo eso? —el pecoso negó con su cabeza, apoyando su torso en la mesa.
—No hablo de la universidad afuera de la misma... pero por alguna razón me da la sensación de que será así...
Pasaron unos cuantos minutos más para que todos los estudiantes llegaran al salón, ubicándose con sus parejas de trabajo. Algunas hablaban con el profesor para aclarar algunas dudas sobre los ejercicios o le hacían la pelota para que no eligiera ejercicios complicados para ellos. Yamaguchi solamente miraba a sus compañeros hablar con él con una expresión neutra.
—Todos vayan a sentarse —les pidió mientras escribía algunas cosas en la pizarra—. Me aseguré de que todos tuvieran tiempo necesario para realizar esta evaluación el mismo día ya que no quiero que esto se divida en dos clases.
Tsukishima tomó el papel en el que estaba escribiendo antes para luego dividir la pizarra en cuatro partes —agradecía que esta fuese bastante grande—. La modalidad del trabajo era que elegía a cuatro parejas al azar y les dictaba el ejercicio matemático que debían realizar cambiando los números, acertando en la suposición de Yamaguchi.
—Tendrán solo dos minutos para hacer el ejercicio, y entre menos se tarden mejor, así de la dan el pase a sus demás compañeros. Tendrán que dejar en un costado los resultados de los ejercicios sin mirar el de sus compañeros, si noto que ven a otro lado que no sea su un cuarto de pizarra será contado como copia y quedarán con la calificación mínima —explicó la modalidad.
Yamaguchi estaba poniéndose nervioso.
—Entonces, Yoshihara, Nagano, Imamura y Shimada. Ustedes serán los primeros.
Los estudiantes pasaron frente al pizarrón, totalmente decididos y seguros de si mismos. El profesor dictó el ejercicio para luego colocar un temporizador de dos minutos. Los jóvenes hicieron el ejercicio sin problemas, los cuatro no tardaron en hacerlo. Luego hicieron dos más y quedaron libres de irse de la sala.
Y así pasó el tiempo, eligiendo a más estudiantes a que hicieran su evaluación. Algunos no alcanzaban hacer el ejercicio que le había dictado su profesor, otros simplemente no lo terminaban o no querían hacerlo y dejaban la pizarra en blanco. Tsukishima no tenía problemas en colocar la calificación mínima, a pesar de que le molestaba que no lo intentasen al menos. Tenía que hablar con esos estudiantes
—Shinohara, Kozume, Takashima y Yamaguchi. Pasen adelante.
Yamaguchi se estremeció al escuchar su nombre. Lo bueno es que no quedaban ya estudiantes, quizás unos ocho más o menos. Se levantó de su pupitre junto Kenma y se colocaron en un recuadro de la pizarra, esperando atento al ejercicio de su profesor. Segundos después comenzó a dictar. Yamaguchi se concentró, mirando solo su parte.
Aquel ejercicio era el número dieciséis. Recordaba como se hacía sin muchos problemas, el problema en cuestión es que habían números negativos, algo que no estaba en el ejercicio. De todas maneras lo hizo, tardándose dos minutos justos. Escribió la respuesta a un costado, sin mirar la de los demás.
Y fue así junto los otros dos. Yamaguchi era el último en hacerlo, pero es que quería ser cuidadoso. Ya cuando todo terminó, se alejó y miró las respuestas de sus compañeras, las cuales eran distintas a la suya. En realidad, Kenma y Yamaguchi colocaron una respuesta y sus compañeras colocaron otra. Esperaban que la suya estuviese correcta.
—Pueden irse, gracias —dijo el rubio, escribiendo unas cosas en su laptop.
Yamaguchi fue a su pupitre y miró a su profesor, quien le dedicó una pequeña sonrisa camuflada. El pecoso le respondió con otra sonrisa de vuelta.
—Nos vemos el viernes, sensei —se despidió haciendo un gesto con su mano.
—Sí, el viernes, Yamaguchi.
En realidad habían quedado el martes en la tarde para salir a tomar algo y conversar.
Yamaguchi salió de la sala con una sonrisa en el rostro.
—Tuvimos las mismas respuestas —comentó Kenma caminando a su lado.
—¿Si? Solo me fijé en la última y no en las demás.
—Solo concordamos con una con esas chicas.
—Oh.
Siguieron caminando en dirección a la cafetería. Eligieron algo para comer y se sentaron en una mesa.
—Gracias por haber sido pareja conmigo, a pesar de que yo no sea tan bueno como tú —agradeció Kenma dando un mordisco a su sándwich.
Yamaguchi negó con su cabeza junto sus manos.
—¡T-tú también ayudaste! No pienses que no eres bueno... eres inteligente también.
—Gracias, supongo...
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Tsukishima-sensei ❤︎ ┊ TsukiYama.
Hayran KurguYamaguchi es un estudiante universitario. En su primera clase con su profesor Tsukishima, no puede evitar sentirse atraído por este y 𝘦𝘮𝘰𝘤𝘪𝘰𝘯𝘢𝘥𝘰 al ver lo estricto y ordenado que era. * Por favor, evita hacer comentarios homofóbicos, misóg...