24

3.9K 457 689
                                    

El pecoso estaba sentado en su pupitre. No podía dejar de pensar en las palabras que ese tal Terushima había dicho aquella clase. Miró como el mismo entraba al salón con paso garboso, saludando al maestro, es decir a Tsukishima. Este le respondió el saludo. A pesar de que como persona no le agradara mucho, era su profesor y debía respetarlo.

Su profesor.

Yamaguchi soltó un suspiro mirándolo como escribía unas cosas en su laptop. De vez en cuando acomodaba sus gafas y su cabello. Él era tan hermoso. Y sus rulitos.... Yamaguchi realmente amaba sus rulos.

—Sí que te gusta el sensei —escuchó una voz.

Sintió sus mejillas calientes y entrecerró sus ojos. Giró su cabeza hacia donde provenía la voz, rodeando sus ojos al ver de quien se trataba.

—Cállate.

—¿Por qué no vienes y me callas, eh? —preguntó sentándose a su lado, sonriendo ladinamente.

El desgraciado era muy sexy, aunque Yamaguchi nunca iba a admitirlo.

—Yamaguchi, eres muy lindo.

—Lo sé. No tienes que decírmelo.

Terushima alzó sus cejas y rio divertido, negando con su cabeza.

—Tienes un gran carácter, me gusta.

Yamaguchi no le miraba. Estaba completamente concentrado mirando a su profesor y todos sus gestos.

—Oye.

La mano ajena se dirigió al cabello del pecoso, entrelazando sus dedos con este y jalándolo con suavidad para que el menor le mirase.

—Mírame cuando te hablo.

Yamaguchi tragó duro.

¿Por qué tenía que excitarse ante tales provocaciones? Su reacción fue demasiado obvia para el rubio teñido, quien sonrió de manera ladina sin dejar de soltar el cabello impropio.

—¿Te gusta que te jalen el cabello?

Yamaguchi apretó sus labios y miró al chico.

—Las clases ya van a comenzar, será mejor que me sueltes —murmuró.

Terushima soltó el cabello ajeno. Al levantarse de aquel puesto, bajó un poco su mano hacia su cuello, dando un fugaz apretón en este. Luego bajó hasta su hombro.

—Deberíamos vernos en alguna parte, pecas.

Yamaguchi sintió escalofríos ante aquel gesto. Llevó su diestra hacia la zona que había apretado y soltó un suspiro. ¿Por qué era así? ¡Además ese chico era muy sexy! ¿Debería tal vez hacerlo con él? No tenía ninguna relación con Tsukishima, solamente tenían sexo casual y ya.

Además, ese era su objetivo. Tener sexo con su profesor, el cual tampoco fue tan malo, en realidad fue bastante bueno.

También era amable y divertido.

La pasaba bien con él.

De todas maneras tenía que consultarlo, quizás no de manera directa.

...

Ahora mismo estaba de camino a la casa del rubio. Llevaba un pastel de fresa, y solo había pedido la dirección, no le dijo que iba a ir realmente. Aunque el mensaje era bastante obvio. Tocó la puerta tres veces y esperó a que el chico abriera la puerta.

—¿Olvidaste algo? —fue lo primero que escuchó cuando la puerta de abrió.

Las mejillas del pecoso se sonrosaron al verle con el torso descubierto, y el rubio también sintió sus mejillas calientes al ver al pecoso.

Tsukishima-sensei ❤︎ ┊ TsukiYama.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora