Tsukishima-sensei ❤︎ ┊ TsukiYama.

54

Seis años después

Era el día de la graduación de Yamaguchi. Era una mañana soleada y despejada. Todos los estudiantes estaban con sus túnicas y su sombrero típicos colores azules oscuros. Toda la familia del pecoso estaba allí, incluyendo su padre.

—¡Oh, mi hermanito se gradúa! —exclamó Nanaho, la hermana mayor de Tadashi.

Todos estaban hablando y felicitándolo, aunque la verdad es que aquel día que solía ser feliz para todos, para él no lo era realmente. Estaba su padre, con el que no se llevaba tan bien. Decía que estaba muy orgulloso de él, y alardeaba de su título como si este lo hubiera sacado.

Además Tsukishima no estuvo para la ceremonia. Estaba trabajando y no podía tomarse el día libre.

En sus manos estaba en envase donde estaba su diploma, a lo que lo abrió para verlo.

Sonrió con levedad, mirando su nombre en grande junto su título como tal.

—Tsukishima no vino, ¿no? No lo he visto... —dijo su madre acercándose a él, alejándose un poco del círculo familiar.

—Tenía que trabajar... —respondió soltando un suspiro. Sacó su sombrero—. Realmente quería que estuviese aquí.

—Pero ya lo verás otro día, ¿no? —intentó animarle dándole una caricia en su cabello.

Yamaguchi sonrió un poco.

—Sí.

Abultó sus labios, pero luego sintió una mano sobre su hombro. Giró su cabeza para ver quien era, y sonrió ampliamente al ver a su pareja.

—¡Tsukki! —exclamó lanzándose a sus brazos.

—Hola, graduado —le saludó correspondiendo a su abrazo con la misma intensidad.

—No pensé que vendrías... —murmuró en mitad del abrazo, para luego separarse de este.

—Le pedí a Akaashi que me cubriera esta clase, así que no tengo tanto tiempo —respondió llevando su mano hacia la mejilla del pecoso.

La mujer miraba la escena con cariño, pero luego escuchó la voz de su marido llamándole, a lo que tuvo que ir.

—Oh... qué bueno —respondió dejando caer su cabeza en el pecho del chico.

Tsukishima sonrió con calidez.

—Mi familia está aquí...

—Me lo imaginaba.

—Ellos me invitaron a almorzar luego... —suspiró, acomodando sus ropas—. No quiero ir, me molesta que crea que debe estar orgulloso por mi cuando yo saqué la carrera... estoy tan molesto.

Tsukishima supuso que hablaba de su padre, a lo que hizo una pequeña mueca.

—Puedes aguantar un poco más, ¿no? —preguntó acunando su rostro con ambas manos, haciendo que viera a sus ojos directamente—. Después si quieres podemos ir a cenar afuera.

Yamaguchi apretó sus labios.

—No voy a poder cenar con usted esta noche, Hinata y Kageyama me invitaron a su casa. Ellos no pudieron venir hoy así que... —respondió separándose del rubio, apretando el envase.