Las manos del rubio se paseaban por la cintura del pecoso, apretando esta con fuerza mientras que el mismo se apegaba más al contrario, siendo que este tenía su respiración agitada. Ninguno de los dos hablaba, ambos sabían qué hacer por alguna razón, como si se comunicaran mediante la mente. El menor rogaba por que el mayor siguiese tocando su cuerpo, como siempre había deseado, que dijera que era un buen chico y que lo compensara por aquello. Sin más preámbulos, el miembro del rubio se introdujo en la cavidad anal del menor, provocando que este soltara un pequeño jadeo. La mano del más alto se dirigió al cuello impropio, apretando a los costados para no causarle un verdadero daño, y sin más comenzó a embestir con rudeza al pecoso.
Gemidos y balbuceos salían por la boca del menor, quien estaba completamente entregado ante su querido profesor. De vez en cuando el mayor decía algunas cosas, que Yamaguchi cegado por la lujuria no lograba comprender completamente, a lo que solo respondía de manera positiva. Tsukishima comenzó a besar el cuello ajeno, mientras que las manos del más bajo se paseaban por su espalda, sin poder evitar enterrar sus uñas por la brusquedad de sus movimientos, llegando a provocar que lagrimease un poco.
Pero Yamaguchi había notado algo que hizo que dudara de la veracidad de los hechos.
—Sensei, ¿no tiene su perfume?
Fue en ese entonces en que el pecoso despertó por el ruido de aquella molestosa alarma. Estaba completamente sudado y su miembro palpitaba a más no poder por obtener la atención deseada. Soltó un sonido de molestia y apagó el despertador.
Se sentó en al cama, intentando procesar lo que había sucedido. ¿Había soñado que tenía sexo con su profesor? Realmente había sido tan bueno que no podía creerlo, esperaba que fuese así en la realidad. Llevó su mano hacia su cuello, el cual fue apretado en el sueño, lo más extraño es que sentía como si lo hubiesen hecho en la realidad, además de que desde su abdomen hacia abajo, su cuerpo se sentía cansado y adolorido.
Relamió sus labios, ahora dirigiendo su mano hacia su miembro, el cual estaba un tanto húmedo con aquel líquido preseminal que desprendió debido al sueño. Volvió a recostarse en la cama, comenzando a subir y a bajar su mano por toda la extensión del falo, intentando recordar como había sido su sueño.
Acarició su propio cuerpo en busca de aquella sensación, consiguiéndolo muy parcialmente, aunque podía recordar perfectamente la vista de su maestro entre sus piernas, acariciando sus muslos.
Apretó sus labios, dejando su miembro de lado por un segundo, para así tomar un preservativo que mantenía en su mesa de noche al costado de su cama. Lo abrió y lo extendió por su dedo del medio y el anular. Acto seguido comenzó a palmar su entrada, intentando que esta se dilatara un poco, además de auto lubricarse con el liquido preseminal.
Segundos después introdujo sus dedos lo más que pudo. Sus dedos también eran algo largos, por lo que podía llegar a aquel punto dulce el cual era su próstata. Soltó un suspiro cerrando los ojos, imaginando más situaciones para poder llegar al tan ansiado orgasmo recordando a su profesor.
¿Quién necesitaba del porno para poder pasarla bien? Todo estaba en su imaginación.
...
Entró al salón de clases, saludando a su profesora como solía hacerlo con todos. Se sentó en su pupitre de siempre y sacó su libreta, tomando apuntes de lo que su sensei hablaba, haciendo como si nada hubiera pasado.
Aunque cuando se encontró con el dueño de su sueño, no pudo evitar sentir sus mejillas sonrosadas. En ese día, no tenía clases con él, pero lo saludó a pesar de la vergüenza porque era un chico educado.
Realmente quería tener a su sensei en su cama, tocándolo tal y como en sus sueños.
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Tsukishima-sensei ❤︎ ┊ TsukiYama.
FanfictionYamaguchi es un estudiante universitario. En su primera clase con su profesor Tsukishima, no puede evitar sentirse atraído por este y 𝘦𝘮𝘰𝘤𝘪𝘰𝘯𝘢𝘥𝘰 al ver lo estricto y ordenado que era. * Por favor, evita hacer comentarios homofóbicos, misóg...