Tsukishima caminaba en la dirección acordada cuando había hablado con Akaashi. Era el mismo bar de siempre, lo había propuesto el rubio. Al llegar, se sentó en la barra y pidió un vaso de sake. Al rato llegó el pelinegro.
—Hola, Tsukishima —saludó el ojiazul con una sonrisa cálida sentándose a su lado.
—Akaashi. Cuanto tiempo —dijo dándole un sorbo a su bebida.
—Ah, sí. ¿Hace cuánto no nos habíamos visto? Casi unos tres o cuatro años —comentó mirándolo y arreglando sus lentes—. ¿Cómo ha estado Kanao? Siguen juntos, ¿no?
Tsukishima soltó una pequeña risa. Apretó sus labios y negó con su cabeza, dándole otro sorbo a su vaso. Miró a Akaashi.
—No, terminamos —el pelinegro abrió sus ojos en grande, notablemente sorprendido—. Al final ella... resultó que era lesbiana, y me fue infiel con una chica.
Akaashi conocía a la ahora ex-pareja del rubio. Ella era muy dulce y amable, también algo tímida. No llegó a pensar que podría hacer algo así.
—Te hago la misma pregunta, Akaashi —aclaró su voz el más alto—. ¿Sigues con él?
Akaashi sonrió con levedad.
—Si te refieres a Bokuto, sí. Sigo con él.
Tsukishima escupió el sake.
—¡¿Cuánto llevan juntos?! —preguntó, gratamente sorprendido.
—Unos cinco años —respondió. Al final pidió algo para beber, lo mismo que el rubio—. Vivimos juntos en un departamento pequeño... Pero somos felices. ¿Qué hay de ti?
Tsukishima se acomodó en el asiento. Suponía que debía contarle toda la historia con su estudiante/novio.
Y así fue. Le explicó con sumo detalle todo lo que había pasado este año. Akaashi le miró bastante sorprendido, él no era la clase de persona que sale con sus estudiantes, por lo que aquel chico —Yamaguchi— debía gustarle mucho como para hacer eso.
Y así siguieron hablando de muchas cosas más, sin darse cuenta habían perdido la cuenta de los tragos que habían pedido, ambos estaban un poco ebrios, además ya era algo tarde y ambos tenían que trabajar al otro día. El problema es que Tsukishima estaba más borracho que Akaashi, quizás demasiado.
El pelinegro llamó a su pareja para que los pasaran a buscar, aunque no sabía muy bien donde vivía el rubio. Afortunadamente el teléfono del mismo vibró, siendo el que lo llamaba su pareja. Akaashi respondió.
—Hola, no soy Tsukishima. Soy Akaashi. Tú eres Yamaguchi, ¿verdad? —fue lo primero que dijo al contestar.
El pecoso en la otra línea supuso que era el amigo de su pareja, este le había dicho que se habían juntado.
« Ah, sí. ¿Tsukishima está bien? »
—Más o menos... Está algo ebrio y necesito dejarlo en su casa, ¿puedes decirme su dirección? —preguntó mientras guiaba al chico hacia el auto.
« ¡Oh! Puedes venir a dejarlo en mi casa, vivo cerca de aquí... »
Tsukishima se sentó en el asiento de atrás, hablando algunas incoherencias. Yamaguchi le dictó la dirección al pelinegro y acto seguido colgó, metiendo el teléfono en el bolsillo del rubio.
—¡Oh, Tsukki! ¡Tanto tiempo! —saludó el peligrisaseo desde el asiento del conductor. Akaashi se sentó en el del copiloto.
—Aunque le hables no va a reaccionar. Está muy borracho, Kotaro —dijo mientras anotaba la dirección en el GPS.
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Tsukishima-sensei ❤︎ ┊ TsukiYama.
Fiksi PenggemarYamaguchi es un estudiante universitario. En su primera clase con su profesor Tsukishima, no puede evitar sentirse atraído por este y 𝘦𝘮𝘰𝘤𝘪𝘰𝘯𝘢𝘥𝘰 al ver lo estricto y ordenado que era. * Por favor, evita hacer comentarios homofóbicos, misóg...