Aemma

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                   EL DESPERTAR DE la mañana siguiente de las bodas fue el más agónico que podía recordar

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EL DESPERTAR DE la mañana siguiente de las bodas fue el más agónico que podía recordar. Mi mente me mantuvo despierta la mayor parte de la noche, torturándome con la imagen de Ned con su esposa. Sin embargo, recuperé mis fuerzas en cuanto me levanté y comencé a vestirme. Necesitaba ver a Padre cuanto antes para poder quitarme este peso de encima, encomendaba mi vida entonces a los crueles Dioses, que fueran ellos quienes decidieran mi destino.

No tuve que buscar mucho para poder encontrar a Padre, el cual se encontraba hablando con Ser Waynwood en la Tienda de Mando. Al verme allí, el caballero se excusó para después marcharse y dejarnos a solas. Sin decir ni una sola palabra, me lancé a sus brazos y lo abracé con fuerza. Quizás este fuera el final de Lady Aemma Arryn, pero quería ser sincera al menos una última vez.

— ¿Qué sucede, mi pequeña Luna? – Preguntó enternecido antes de separarnos y tomar asiento.

Me sentía completamente avergonzada e incómoda. Este no sería el mejor lugar para hacer una declaración como la que iba a hacer, pero necesitaba hacerlo y lo haría rápido.

— Tengo que daros una noticia, Padre – Informé cortamente mirándole directamente a los ojos — Perdóname – Supliqué antes de decir nada más. A lo que él, me miró confuso y preocupado, frunciendo sus cejas blancas con fuerza intentando descifrarme — Durante mi encierro en el Valle sucedieron muy cosas cosas de las que yo me pude percatar, pero hay una que me fue imposible ignorar – Esbocé entonces una pequeña sonrisa, que pareció confundirle todavía más —. Quizás después de esto, todo lo anterior haya sido en vano, pero habrá merecido la pena – Aseguré ladeando un poco mi rostro, sintiendo cómo mi vista comenzaba a volverse borrosa y mis ojos se humedecían rápidamente —, tengo un pequeño Stark creciendo dentro de mí. Y antes de que digas nada más, déjame explicarme – Supliqué nuevamente, a lo que él, con un claro enfado, permaneció en un sepulcral silencio —. Comprendo que merezco un castigo consecuente a mis actos, pero también pido compasión. En todas estas lunas me he sentido la mujer más miserable de todo Poniente, y lo único que me ha brindado un poco de felicidad ha sido saber que hay algo viviendo dentro de mí, algo en común con Ned. Me importa muy poco tu opinión, Padre, haré lo que sea necesario para mantener a este niño con vida junto a mí. Y no me importa al precio que sea.

Él parecía totalmente colérico, y sabía que de un momento a otro rompería su eterno silencio y el mundo entero ardería.

— ¿Por qué no has dicho nada de todo eso antes, Aemma? – Gritó ciego de enfado, con toda la ira de Poniente apoderándose de él — ¡ALGO ASÍ PODRÍA HABERLO CAMBIADO TODO!

— Yo no lo supe hasta más tarde – Reconocí decidida, observándole con mi rostro sereno e impasible.

— ¿Cómo se te ocurrió hacer semejante estupidez? – Gritó nuevamente, totalmente colérico — ¡Eddard morirá cuando se entere!

El Valle de los Bastardos || AU || Ned StarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora