El Valle de los Bastardos || AU || Ned Stark

Jon

                    El regreso de padre fue antes de lo que yo esperaba. Llegó una luna después de Desembarco del Rey, y desde entonces su comportamiento no fue el mismo. Noté que se encontraba inquieto y se pasaba el día rodeado de más trabajo del necesario. Exijía estar solo la mayor parte del día y canceló su propia bienvenida al Nido. Únicamente le había visto de lejos desde su llegada, no quería vernos ni a Sharra ni a mí. Únicamente fui notificada por uno de los Soldados de la Luna que Lord Stark tendría una vista con mi padre antes de la próxima Luna, en la cual nosotros ya no estaríamos en el Nido. Robert se fue dos lunas antes a Bastión de Tormentas a encaminar su propia marcha, acompañado de sus hermanos pequeños. Por lo que la marcha que yo encabezaba contraba con muchísimos soldados de la Luna y muchas casas nobles que se habían unido para ir a Harrenhal, a celebrar el aniversario lunar de la hija del Señor. A mi lado se encontraba únicamente Ned, y tras nosotros estaban Beth Blackwood y mi hermana pequeña, Sharra.
                   Nos encontrábamos todos en un profundo silencio desde que retomamos la marcha, pues ya llevábamos casi media luna de viaje. Por suerte, ya distinguíamos a lo lejos las altas y semiderruidas torres del Castillo. El camino fue completamente verde, y muy húmedo. Pasamos por muchísimos Ríos a la entrada de Aguasdulces, y no nos permitimos detenernos en ninguno. A lo lejos, conseguía distinguir varios estandartes de Casas que habían llegado antes que nosotros.

             Limones sobre un campo de oro, Lemonwood de Dorne. Un león de oro sobre un campo rojo, Lannister.

           Puse una pequeña mueca, no me agradaban nada los Lannister. Había conocido a los gemelos primogénitos de Lord Tywin Lannister y tenían todas las características por la que su casa es famosa; arrogancia, soberbia y mucho ingenio. Se decía que la joven, Cersei Lannister, era llamada la luz del oeste por su gran belleza. Ciertamente era una de las mujeres más bellas que había tenido el placer de conocer, pero su lengua venenosa restaba toda su belleza.
             Entramos en Harrenhal y bajamos de los caballos, unos guardias se encargarían de llevarlos a los establos. Unas sirvientas cogieron nuestras cosas y fueron detrás de nosotros mientras nos escoltaban a nuestros aposentos en un pequeño tour por el Castillo. Sharra y yo dormiríamos en el mismo pasillo, mientras Ned debía irse a otro ala del Castillo que era donde se ubicaban los Stark. Esperaba que, al menos, Beth quedara cerca de nosotras. El guardia abrió la puerta de la habitación que me correspondía y entró primero uno de mis guardias personales, Ser Damon. El guardia comprobó que no hubiera peligro ninguno para mí en la habitación y, cuando estuvo seguro de que no había nada ni nadie que pudiera herirme, me dejó pasar.
          Ser Damon había sido mi guardia de mayor confianza desde que nací, pues siempre me escoltó a todos lados y siempre permanecía a unos metros de mí. Ahora, por órdenes de padre, debía estar siempre alerta de mí, debido a que soy la heredera de Padre.

              Entré en la habitación y me quedé sola allí con las sirvientas, quienes rápidamente me ayudaron a asearme y a elegir un vestido propio del evento. Habían asistido casi todas las Casas de Poniente, y debía dar buena impresión y comenzar a hacer amistades con los herederos de otras casas poderosas con las que poder aliarme en un futuro. Padre también me dijo que buscara a un posible esposo para Sharra, pues me daría a mí la libertad de elegirle para crear una alianza con quien yo considerara. Pero aquello no era justo, yo había tenido la libertad de enamorarme, no podría negarle esa felicidad a Sharra por una alianza.