Melantha

469 47 2
                                    

      AL ESCUCHAR TANTO barullo decidí asomarme por la ventana del carruaje y pude ver cómo mis hermanos, William y Edrick, salían corriendo a lomos de sus caballos hacia el bosque

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

      AL ESCUCHAR TANTO barullo decidí asomarme por la ventana del carruaje y pude ver cómo mis hermanos, William y Edrick, salían corriendo a lomos de sus caballos hacia el bosque. Toda la comitiva seguía adelante después de detenernos durante unos vagos segundos. Ví cómo Arthur tenía cara de susto, y comencé a preguntarme qué iba mal. Por qué nos habíamos detenido y por qué Padre estaba gritándole a Arthur. Volví a meter el cuerpo dentro del carruaje y observé a Hugh dormido, y a Serena en los brazos de la Doncella Mitch, la doncella personal de Madre. Al pensar en ella, automáticamente me pregunté por qué madre no estaba en el barullo y, sin embargo, estaban mis hermanos, Padre y el Rey Robert. De nuevo, y apurada, me asomé por la ventana y comencé a llamar a gritos a Arthur quien, al escucharme, galopó a toda prisa hacia mí.

— ¿Qué ha sucedido, hermano? – Pregunté angustiada, algo que él rápidamente notó y su cara se volvió más pesada — ¿a qué se debe tanto alboroto?

— No sucede nada, Mel – Respondió tajante, como dándome una orden. O, aún mejor, una razón para callarme —, vuelve al carruje y disfruta de las vistas.

Arthur tuvo intención de irse, pero le detuve con mis palabras;

— ¿Dónde esta Madre? – Pregunté todavía más preocupada por las nulas respuestas que recibía de mi hermano.

— Se ha ido, ¿vale? – Respondió un poco molesto.

Me mantuve estática. No comprendía. ¿A dónde se había ido.

— ¿Por qué? – Pregunté frunciendo mis cejas confusa.

— Discutió con Edrick – Respondió un poco asustado —. No sé mucho más que eso.

Aquello me sorprendió todavía más. ¿Discutir con Edrick? ¿Quién discutía con Edrick?

— ¿Hacía dónde ha ido? – Pregunté de nuevo, intentando sacar más información.

— Occidente, creo – Respondió confuso, llevando su mano a su nuca para proceder a rascarla con nerviosismo —. Fue hacia donde Edrick y William fueron.

        Asentí más tranquila, supuse que Edrick dejó a Arthur al mando de todos los soldados del Valle. Eso podría ser peligroso, puesto que Arthur era muy impulsivo. Pero, quizás, esa era su fortaleza y lo que le hacía peligroso; se adelantaba a los hechos. Me dediqué a acariciar el cabello de mi hermano pequeño y sonreirle, aunque él había permanecido completamente dormido. De pronto, todo se me hizo eterno. Había oscurecido y la comitiva reducía la velociad, por lo que supuse que pararíamos a descansar. Arthur fue quien abrió el carruje y con un gesto nostálgico me pidió que bajara. Cogí en brazos a Serena y Arthur se apresuró a coger a Hugh. Los soldados montaban un campamento y, para cuando pisé el cesped nevado, nuestras tiendas ya estaban listas. Por lo que, junto a Arthur y las doncellas, nos apuramos a dejar tanto a Serena como a Hugh dentro de la tienda, ambos dormidos y con la protección de tres guardias custodiándolos. Al salir de la tienda lo primero que vimos fue a Padre venir hacia nosotros. Su rostro estaba decaído y su postura tan sólo reflejaba lo agotado que debía encontrarse. Nos miró y comenzó a caminar hacia otro lugar.

El Valle de los Bastardos || AU || Ned StarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora