Horton

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                   SHARRA CAMINABA IMPACIENTE de un lado hacia el otro de la habitación

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                   SHARRA CAMINABA IMPACIENTE de un lado hacia el otro de la habitación. Al fin, era el día de su boda, pero Padre no había llegado todavía. Ella estaba ansiosa porque un soldado entrara y le dijera aquellas palabras de alivio, pero aquello parecía que no fuera a suceder nunca. Yo permanecía sentada en la esquina de su cama, con una copa de vino en la mano. Observaba a Sharra con cariño y comprensión.

— Si no viene a tiempo, cancelamos la boda – Aseguró Sharra alzando un dedo al aire y moviéndolo para reafirmarse.

— No seas tan radical, querida – Le pedí esbozando una pequeña risa —, si Padre no viene, yo misma te entrego.

Ella asintió y aquello pareció relajarla un poco. Sharra llevaba puesto un vestido de un azul muy pálido, con dibujos de águilas volando a lo largo y ancho de toda la tela. Que quedaba maravilloso. Yo había estilizado su cabello, dejándolo suelto a excepción de sus mechones delanteros, los cuales ordené en trenzas y los uní en su coronilla. Pronto, nos avisaron de que debíamos bajar hacia el Septón y nos tuvimos que mover. Caminábamos lo más despacio posible, por si aquellos minutos fueran cruciales para que Padre cruzara la puerta. Pronto, llegamos al Septón y nos detuvimos frente a él. Me volví hacia Sharra y tomé sus manos entre las mías, regalándole una cálida sonrisa..

— Hermana, espero que este hombre mediante este matrimonio, te haga inmensamente feliz – Le dije, en una voz susurrante —, que sepa cuidarte y que sepa quererte. Estoy muy orgullosa de tí.

Ella se lanzó a mis brazos y me estrechó entre ellos, acción la cual yo imité. Dejé un corto beso en la frente de mi hermana antes de separarnos.

— Gracias – Me dijo con seguridad, yo la miré confundida —, sin tí jamás hubiera podido enamorarme de Horton.

         Negué cortamente, yo jamás rompería mi palabra. Fue entonces que recordé que representaría la cabeza de la Familia Arryn, y que llevaba un vestido poco adecuado; era muy bonito, pero los colores eran el dorado y ligeramente el verde. Maldije, porque no me quedaba tiempo para cambiarme. Ned salió entonces del Septón con Arthur en sus brazos, y William y Edrick junto a él. Los muchachos sonrieron emocionados hacia su tía. Las sirvientas les entregaron las cestas con flores, y comenzaron a entrar William y Edrick, lanzándo los pétalos mientras la música comenzaba a sonar. Ned entró tras ellos, para volver a tomar asiento. Fue entonces que Sharra soltó un largo suspiro y nos encaminamos hacia el Septón. La mano de mi hermana estaba temblorosa y parecía que la gran capa tiraba de ella hacia atrás. Mi hermana decidió utilizar la capa que yo misma bordé tantos años atrás, cuando todavía iba a casarme con Ned. La verdad es que la capa era preciosa. La multitud, al vernos entrar, se alzaron y se giraron para poder ver a mi hermana. Sharra sonreía tímidamente, mientras yo permanecía con una mueca neutral, dirigiéndola al frente. Horton la esperaba frente al altar, con unas vestimentas tan inadecuadas como siempre, llevaba una camiseta roja bajo un peto negro, y unos pantalones amarillos. Rezaba porque mi hermana quemara su armario y lo reemplazara por uno más estiloso. Cuando ambas nos encontramos frente al altar, todos se sentaron.

El Valle de los Bastardos || AU || Ned StarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora