11 (1/7) Puedo ser de la casa de Gryffindor por un día.

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Hemos pasado casi tres horas en el auto, hablando de música, de la influencia de los Bee Gees en la cultura popular y me he sorprendido a mi misma cantando música de los ochenta que solo escuchaba con mi mamá los famosos sábados de limpieza; días completos en los que ella y yo nos dedicábamos meticulosamente a limpiar la casa. Recuerdo que la mayoría de esos días fueron felices y que siempre después de terminar rendidas ordenábamos de alguna tienda cualquiera algo para llenar el estómago, esto claro, antes de que todo se fuera al demonio.

Me invade de repente una sensación de nostalgia al recordarla y al recordar cómo fue la última vez que la vi, la ultima vez que escuché su voz, ella seguramente ha estado en contacto con Arthur y ha sabido de mí, pero yo no he sabido de ella, no sé cómo va su nuevo trabajo, ni su nuevo matrimonio. Desearía poder contarle cómo están las cosas, contarle de Holden y pedirle consejos cuando termine con el corazón roto, pero casi puedo entender que ella tiene más paz mental conmigo fuera de cuadro.

—Ey, ¿Sigues conmigo? —Pregunta Holden apartando su mano de la palanca de cambios para acariciar brevemente mis nudillos.

—Claro que si, es solo que siento que ya me estoy fundiendo con el asiento. —Bromeo y estiro la espalda para desacalambrar mis músculos.

—Ya estamos llegando, no te preocupes. Bienvenida a la tierra de Harry Potter y de la reina más antigua y reptiliana del mundo. —Su presentación improvisada me hace soltar una carcajada genuina mientras observo por la ventana como toda una turista, el ambiente es helado a pesar del sol lo cual ya ha dejado de sorprenderme, e incluso ha empezado a gustarme.

—No me gusta Harry Potter, Lo sabes, ¿No? —Lo miro fijamente para sentar mi aclaración y él abre los ojos como platos.

—Bueno, entonces creo que puedo tomar el siguiente retorno y devolver nuestros traseros a Holmes Chapel. —Pone las direccionales y empieza a orillarse en la carretera, pienso que esta hablando en serio pero el breve destello de una carcajada en la comisura de su boca me alivia. —Es solo una broma, a mi tampoco me deslumbra Harry Potter, pero debes reconocer que tiene un valor agregado a nuestra cultura.

—¿Qué tan aburrida debe ser la cultura inglesa para que J. K. Rowling invente todo un mundo nuevo con magos y sombreros que hablan para darle valor agregado?

—Ouch, creo que estás siendo un poco demasiado ruda, tal vez con este tour guiado por este experto pueda hacerte cambiar un poco de opinión, aunque no se si te los merezcas. —Frena en un semáforo y me mira fijamente. —Admite que al menos viste una de las películas.

—¿Cómo crees que sé del sombrero que habla? Claramente la vi, aunque debo admitir que la única película que vi por voluntad propia fue la de El Caliz del Fuego. —Hago una pausa y lo miro avergonzada, casi adivinando sus próximas palabras.

—No lo puedo creer, ¡La viste solamente por Robert Pattinson! Eso si es patético. —Se mofa un poco más de mí, antes de que los carros tras nosotros empiecen a pitar desesperadamente para que avancemos en la carretera.

—En mi defensa tenía doce años, unos cuantos kilos de más y una hiperglucemia constante que me hacía alucinar de vez en cuando. —Su risa es cada vez más fuerte y aunque me siento avergonzada me gusta el tono de su risa despreocupada aunque se esté burlando de mí.

Me percato de que aparca en un pequeño sitio lejos del centro y el lo nota.

—Ni sueñes que un tour se puede hacer en auto y mucho menos en este, así que vamos, vamos. —Me apura y se baja del auto para ayudarme a bajar también.

—¿Tienes ya un recorrido planeado? —Pregunto mientras caminamos fuera del aparcamiento y tomamos uno de los andenes que supongo nos llevaran a la parte turística, es entonces cuando saca un pequeño mapa y un sharpie de la parte de adentro de su chaqueta. —Wao, eso si que es compromiso.

—Sip. —Puntualiza orgulloso. Se nota mucho el esfuerzo que ha puesto en esto, solo espero no arruinarlo. —Inicialmente iban a ser seis paradas, pero descartando a Harry Potter, creo que ahora solo serán cinco. —Con su Sharpie de color rojo se dispone a poner una equis gigante en donde antes había un circulo, pero lo detengo con la mano.

—Dejalo, creo que puedo ser de la casa de Gryffindor por un día. —Holden vuelve a guardar el Sharpie en su bolsillo y me sonríe contento.

—Perfecto. Aunque si somos justos creo que irías mejor en Slytherin. —Me ofrece una sonrisa de medio lado y seguimos caminando.

—¿Insinuas que soy una serpiente? —Pretendo estar ofendida pero mantengo la diversión en mi voz.

—Sabrías a qué me refiero si hubieras prestado atención a las películas en lugar de estar babeando por Robert Pattinson. —Me reprende y blanqueo los ojos ante su burla tácita.

—¿Sabes? empiezo a arrepentirme de habertelo contado. 

Caída Libre. [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora