Caída Libre. [TERMINADA]

14 (4/5) Flasheos de un TCA*

Despierto incómoda mientras unos golpes que han dejado de ser cariñosos me impactan en la mejilla.

¿Qué demonios sucede? Déjenme dormir por el amor de Dios.

—Creo que ya está despertando, vaya por la ambulancia, yo me quedo con ella. —Habla Holden y entonces me ubico un poco más. Estoy sentada en el piso frío, con mi cabeza recargada sobre el hombro de Holden y él me está dando cachetadas para despertarme. —No me dejes Erin, por favor quédate conmigo. —Solloza y me sostiene con fuerza.

Intento hablar pero solo salen de mi boca un montón de sonidos incongruentes.

—Por favor. —Suplica de nuevo. —Es muy pronto para irse, no nos dejes aun. —Llora y me sostiene con más fuerza. —Te amamos Erin. Yo te amo. —Afirma con desesperación y quiero responderle, pero la oscuridad se apodera de mí, de nuevo.

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La luz del lugar en el que me encuentro es brillante y cegadora. Por un momento pienso que es el cielo, pero cuando siento el pinchazo en mi brazo y muñeca, y escucho el sonido del monitor transmitiendo mi frecuencia cardiaca me doy cuenta que es más como el purgatorio.

—Ha perdido mucha sangre, necesitará al menos tres transfusiones, si no la hubieran encontrado a tiempo... —Habla una voz dulce y maternal. Quiero abrir los ojos y saber de quien se trata, pero antes de poder siquiera moverme estoy de vuelta en la oscuridad.

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Me despierta la corriente de aire que llega hacia mi después de que la puerta se abre y se cierra de nuevo.

—Te traje café. —Habla mi padre. —Debes ir a descansar Holden, has estado aquí casi dos días, mañana es la graduación.

—No me quiero ir señor, quiero estar aquí cuando ella despierte. —Responde y aunque no puedo verlo, puedo sentir el cansancio en tu voz. —Descanse tranquilo.

—No puedo. Aura, la madre de Erin estará en el aeropuerto en dos horas. Esta desesperada. Y debo ir por ella.

¿Mamá se enteró? Entonces lo que pasó fue en realidad grave.

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—Erin asimiló muy bien su transfusión de sangre. —Habla de nuevo aquella voz dulce y quiero abrir los ojos para preguntar qué fue lo que sucedió, pero simplemente mi cuerpo no responde. —La colonoscopia estará programada para la mañana, ahora tenemos que limpiar su... —Sigue hablando pero me sumerjo de nuevo.

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Despierto de nuevo al sentir un objeto no identificado moviéndose dentro de mi estómago, aunque intento quedarme quieta para saber de qué se trata y poder conseguir un poco más de pistas de lo que sea que me haya sucedido. Es entonces cuando logro escuchar la voz ronca y profunda del médico sentado a pocos centímetros de mi:

—Esto es bastante extraño, los pólipos no suelen desarrollarse en esta área. La chica debió haberse llevado un gran susto al ver toda esa sangre.

¿Un pólipo? ¿Que demonios es eso?

—Salió justo sobre la vena, la sangre debió haber Sido tan negra que ni siquiera debió haber pensado que era sangre. —Responde una voz mucho más joven. —Deben prohibirle los laxantes a esta criatura.

—Después de lo que le sucedió no creo que le queden ganas de tomar otro bisacodilo en su vida. —Afirma de nuevo el doctor de la voz profunda y mueve su aparato dentro de mi estómago de nuevo. —Mira esto, parece un pulgar, tenemos que extraerlo ya mismo, o sino la historia para ella puede volverse peor.

Intento abrir los ojos para observar lo que dijo el médico, y en cuanto lo hago me doy cuenta que fue una mala idea, la pantalla está a mis pies y yo me hallo de costado en posición fetal con mi trasero expuesto al aire. Logro ver reflejada en la pantalla la vista interna de mi intestino grueso y me remuevo incómoda por el dolor que empieza a invadirme. No sé supone que deba estar despierta en medio de este procedimiento y el médico más joven parece darse cuenta de mi intromisión:

—Señor Hoover, la señorita Lash está despertando. —Habla y el otro médico sentado a mis pies salta de su asiento, sobresaltado.

—Erin lleva tres días inconsciente y decide unirse al mundo de los vivos en el momento menos oportuno. —Esta bastante molesto, pero logro detectar la diversión en su tono de voz. De repente me siento expuesta y avergonzada.

—Dazel, por favor libera un poco más de anestesia en su catéter. —Dice el doctor Hoover al médico más joven y luego dirige su atención hacia mi. —Tranquila Erin, podrás acompañarnos de nuevo dentro de un rato, cuando sea un poco más adecuado. —Me acaricia el cabello y aunque no quiero dormirme de nuevo, los tranquilizantes en mi sistema sanguíneo me arrastran de nuevo.

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*Nota de la autora: el nombre de este capitulo es en honor a una obra también registrada en Wattpad que lleva el mismo nombre, (en caso de problemas no tengo ningún problema con cambiar el nombre)