8 (2/4) Visitante nocturno

428 35 4
                                    


-¡Dios, soy tan estúpida! -Gruño y lanzo el móvil al suelo, asegurándome de que caiga dentro de la alfombra.

-¿Todo bien aquí arriba? -Pregunta mi padre y entra con una bandeja de galletas y té, se le están pegando algunas costumbres de por aquí.

-No tengo hambre ahora. -Declaro hostil.

-Entonces te perderás de las galletas recién horneadas que he comprado en W. Mandeville. -Habla jactándose de su adquisición. -¿Recuerdas? fuimos allí cuando recién llegamos aquí. -Termina su camino hacía mi cama y se sienta junto a mi, poniendo la bandeja entre nosotros.

Claro que si la recuerdo, allí fue donde fui forzada a comer un rollo de carbohidratos y lípidos, además claro de que allí trabaja Holden.

-¿Fuiste hoy? -Pregunto y agarro una pequeña galleta inconscientemente, empiezo a jugar con ella entre mis manos. Puedo imaginarme a Holden horneando esto, tienen canela y chispas de macadamia.

-Cuando venía de camino a casa. -Dice y toma una galleta también.

¿Cuántas calorías tendrá esto? sumando ingredientes deben ser alrededor de 80.

Tengo ganas de preguntarle si vio a Holden, pero me muerdo la lengua mientras sigo evaluando mi galleta.

-Anda pruebala. -Me anima y muerdo solo una esquina por darle gusto. -Mezclala con el té mientras está en tu boca. -Me lo alcanza y le doy un sorbo, es el mismo té que tomé en casa de Holden aquella noche. -El chico que me atendió dijo que eran una combinación majestuosa. -Justo cuando termina su frase yo empiezo a atragantarme, ¿Habló con Holden?

-¿Hablaste con él? -Pregunto después de lograr recuperar el aire, pero me arrepiento de la pregunta.

-Claro que sí, Erin. -Sonríe y da un sorbo a su té mientras lo mezcla con la galleta. -No puedo participar de actividades de intercambio de bienes y servicios sin el don de la palabra. -Se mofa de su broma anticuada y da otro sorbo. Se pone de pie dejando la bandeja con las galletas sobre mi mesa de noche y se dirige a la salida.

-Con una es suficiente, puedes llevarte estas. -Le digo señalando las pequeñas masas de harina fresca a medio metro de mi.

-Deberías darle una oportunidad, me agrada. -Dice girándose brevemente en mi dirección y me sonríe con picardía paternal antes de cerrar la puerta dejándome de nuevo sola en mi habitación.

¿Se refiere a Holden o a las galletas?
¿Sabe de Holden?
¿Que?

Son demasiadas preguntas, así que en otro acto de impulsividad tomo el teléfono del suelo y tecleo un mensaje de texto rápidamente.

Para: 130-8991-12
Creo que acabas de ganarte a mi padre, ¿O acaso lo estas sobornando con tus galletas?

Lo envío antes de que pueda arrepentirme y en lugar de esperar una respuesta pongo el teléfono boca abajo, buscando algo de calma interior. ¿Porque estoy tan nerviosa? evito mirar las galletas sobre la mesa de noche porque ya se como acabará esto si las observo demasiado, en lugar de eso decido terminar mi galleta en dos mordiscos y bebo mi té un poco más despacio, saboreandolo. Holden tiene razón, tiene un sabor majestuoso, aunque me pateo mentalmente por traerlo de nuevo a colación en mis pensamientos. Dios santo, ¿Qué sucede conmigo?

Alrededor de diez minutos después obtengo su respuesta:

De: 130-8991-12
Es un hombre de buenos gustos, aunque el té si corrió por mi cuenta, mi estrategia ha funcionado.

Para: 130-8991-12
¿Estrategia para ganarte a mi padre?

Tecleo rápidamente intrigada.

De: 130-8991-12
Para que me escribieras Erin, pensé que jamás lo harías :(

Puedo imaginarlo haciendo pucheros del otro lado de la pantalla y me hace rodar los ojos mientras me saca una sonrisa.

Para: 130-8991-12
Pensé que solo querías que te escribiera cuando estuviera lista para ser bombardeada por tus preguntas.

De: 130-8991-12
¿Significa que lo estas?

Ruedo los ojos de nuevo, esta vez con desespero.

Para: 130-8991-12
Eres demasiado intenso, Holden. -.-'
Está bien, pero tengo reglas:
1. Nada demasiado personal.
2. Si me siento incomoda no te respondo.
3. Solo tres preguntas por día, ¿Okay? Así que escogelas muy bien.

Puedo ver como teclea y borra un par de veces y los nervios se están apoderando de mí, nunca algo tan estúpido me había hecho sentir así; el corazón latiendo tras mis oídos, el vacío en el estómago, y el sudor frío. He perdido esta batalla así que decido lanzar el teléfono a un lado y terminar de comer las galletas que mi padre ha dejado sobre la mesa, luego sin mirar si ya he recibido una respuesta decido ponerme de pie y poner el pestillo en la puerta antes de vaciar lo que acabo de comer dentro de retrete, sabía que haría esto, pero sé también que es casi la única manera en la que puedo relajarme, y aunque si he logrado calmarme me siento asqueada conmigo misma. ¿Seguirá siendo así toda mi vida?

No me doy tiempo de pensar en esto cuando siento un par de golpecitos en el vidrio de mi ventana. Pienso por un momento que es un ave, pero vuelvo a escucharlos así que me pongo de pie, jalo la cadena, me lavo la cara, las manos y enjuago mi boca antes de salir a echar un vistazo.

abriendo la persiana con cuidado veo su figura de pie sobre mi césped, tiene un par de piedras pequeñas en la mano y cuando las ha usado todas empieza a dar suaves silbidos, la niebla delata el clima agónicamente frío así que me apresuro a abrir la ventana.

Caída Libre. [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora