En mi mesita de noche encuentro el móvil que suena con el tono de campanas que le he asignado a los mensajes de Holden. en la pantalla LED baila un mensaje:
De: Holden
¿Puedo pasar un rato?Para: Holden
Arthur está dormido, así que quisiera pasar un rato en tu sitio para variar, ¿Puedo pasar?Envío el mensaje y tamborileo los dedos esperando una respuesta.
Se demora solo cinco minutos pero a mi me parecen siglos, hasta que escucho las campanitas de nuevo.
De: Holden
Tapate los ojos cuando entres, está un poco desordenado.Entonces entiendo porque nunca me ha invitado a pasar, y su advertencia me parece adorable.
Me pongo los zapatos y me cambio la jardinera por un pantalón cómodo y una chaqueta de mezclilla pero conservo la camisa blanca del uniforme debajo de la chaqueta porque no se me ocurre otra cosa que ponerme, bajo las escaleras de puntillas y salgo por la puerta junto a Arthur antes de cerrar con llave y hacerme el camino hasta la casa de Holden.
No es que sea necesario cerrar con llave, de hecho esta es la calle más aburrida del planeta, pero conservo la costumbre gracias a Aura, mi madre, quien viviendo en california vivía consternada con algún vagabundo entrado a casa una noche cualquiera.
—Pasa, pasa. —Holden me apura para que entre por el frío que hace y me indica que no haga mucho ruido pues podría despertar a su madre Annah, así que casi como una espía me hago el camino hacia su cuarto. Es entonces cuando me doy cuenta de que nunca he estado en la casa de Holden y menos en su habitación, lo único que llegue a conocer fue por aquella vez hace casi dos meses cuando me hizo caer del puente.
Holden llega a mí en un par de segundos sosteniendo una charola con té y galletas y me indica que puedo pasar; Su cuarto es un poco más pequeño que el mio, tiene una cama semidoble junto a la ventana que cubre más de la mitad de todo el espacio disponible, tiene un armario diminuto en donde cuelga la mitad de su ropa de ganchos y la otra mitad está revuelta entre los cajones y arrojada sobre una silla en la esquina del cuarto a los pies de su cama. Entre el armario y la cama destendida hay una pequeña mesa de noche colocada a la fuerza allí, tiene un par de audífonos enrollados, una lampara de lava color naranja y una cajita.
A los pies de la cama está su escritorio, acomodado ahí también a la fuerza, tiene sus cuadernos y libros regados por todos lados, pero me parece ingeniosa la ubicación del mueble porque se ahorra el tener que usar una silla y está a solo un paso de la cama, literalmente. Por último me fijo en las paredes, están limpias, no tiene fotos o decoraciones pero por la diferencia en los tonos de la pintura color crema, se que alguna vez las hubo. Me pregunto si las habrá quitado después de la muerte de su padre, pero me ahorro las preguntas innecesarias.
—Casi quiero bajar por una escoba y una bolsa y ayudarte a recoger todo esto. —Me burlo mientras entro y me percato del correo abierto en su computadora, tiene un mensaje no leído de la UCL.
—No te burles de mí, en mi defensa no me diste tiempo de ordenar.
Pasamos los dos y pone la charola sobre el libro de química, me indica que me siente, pero no sé en dónde hacerlo así que me siento a los pies de la cama junto al escritorio.
—¿A qué debo el honor de mi visita? —Pregunto fingiendo petulancia mientras echo mi cabello hacia atrás con mi mano, él ríe nervioso y pasa encima de la cama tras de mí para acomodar sus piernas en el espacio del escritorio frente al computador, entonces llevando el cursor a la pantalla me enseña el correo no abierto.
—Estoy a punto de desmayarme de los nervios así que pensé que podías leerlo por mi y darme las buenas o las malas noticias. —Me mira suplicante y sé por la forma en que me mira que quiere esconderse bajo las mantas como si ese correo fuera el monstruo escondido entre el armario.
—Muévete, dame eso. —Le digo y lo hago a un lado tomando el ratón entre mis manos. Mi corazón late a toda velocidad y no puedo imaginarme cómo está el suyo, Holden se hace a un lago y gatea en la cama hasta quedar junto a la ventana buscando un poco de aire que lo pueda tranquilizar.
Tomando el valor que me falta mediante una bocanada de aire pongo el cursor sobre el correo y lo abro.
————————
Jue., 03 Dic. 18:17 (Hace 20 minutos)
De: Departamento de admisiones University College of London
Para: Holden Evesham.Reciba un cordial saludo señor Evesham.
La UCL se comunica con usted para hacerle partícipe de nuestro proceso de admisión que se llevará a cabo el día Sábado 05 de Diciembre en las instalaciones de nuestra universidad.Acceda por favor al siguiente enlace para comprobar el sitio de prueba y la hora de la misma.
Así mismo se le recuerda la importancia de presentarse con antelación y con sus documentos a la mano.
Lo esperamos.
—————————
Cuando he terminado de leer el correo Holden se abalanza sobre mí y me llena de besos emocionados mientras me rodea con sus brazos fuertes, casi tan fuerte como para quebrarme, como si fuera un palillo de dientes.
—Por un momento pensé que me iban a rechazar por no vivir en Londres, pero lo conseguí, o bueno, al menos conseguí la prueba, ahora tengo que inventarme una excusa para poder ir, ¡oh, no, tengo que trabajar el sábado! no podré ir, a menos que hable con Barb, tal vez ella pueda hacer una excepción, pero, ¿Y si no lo consigo? Entonces qué haré. —Sus palabras salen tan rápido que parece más una diarrea verbal que un soliloquio.
Camina de un lado a otro en la habitación haciendo gestos con las manos, llevándolas a su cabeza y tomándose la barbilla cuando hace una pregunta que luego responde él mismo. Yo solo lo escucho sentada al borde de la cama y lo observo; Sus ojos verdes iluminados y la pupila tan dilatada por la emoción que podría pensar que ha consumido éxtasis antes de que llegara. Su pelo revuelto y cayendo sobre su frente en hermosas ondas cafés y sus labios que hablan tan rápido que podrían superar la barrera del sonido en cualquier instante.
—Oh, perdón, debo parecer un maníaco ahora mismo. —Se da cuenta de que lo observo y detiene su caminar errático para sentarse a mi lado en la cama. —¡Gracias! —Me abraza y toma mis manos cuando me suelta. —Eres como mi moneda de la buena suerte.
—Sabía que lo lograrías. —Le digo y sonrío mientras lo acaricio gentilmente en la mejilla. —Ahora solo concéntrate en aprobar ese examen y lo siguiente que sabrás es que estarás en un bus con tus escasas maletas de camino a Londres para empezar tu gran vida universitaria.
Su sonrisa apenas puede contener su emoción pero entonces la realidad de los acontecimientos próximos me golpea como una bofetada. Holden se irá, empezará su vida universitaria y yo, me quedaré aquí, yendo al loquero y pintando paisajes en mi libreta de dibujos.
Mierda, no debí pensar eso.
ESTÁS LEYENDO
Caída Libre. [TERMINADA]
Roman pour AdolescentsLos maestros suelen decir que existen diferentes tipos de inteligencia: Hay inteligencia musical, artística, académica, intra e interpersonal, etcétera. Y Erin es una chica bastante inteligente, pero no entra en ninguna de esas categorías. La inteli...