Espero encontrarlo dormido, pero para mí sorpresa la cama está hecha y todo está en orden, me siento aún más fuera de lugar y me digo a mi misma que me debo marchar, no puedo estar en su habitación a escondidas, como una psicópata espiando mientras no está, pero en lugar de irme me adentro y exploro su cuarto con la luz del día como mi testigo. Noto algunos detalles de los que no fui consciente la primera vez, como que la hojita roja que le di en nuestra primera cita está sobre su escritorio en un pequeño marco y me siento tan emocionada de verla allí que camino hacia ella tomándola entre mis manos. Es tan cursi.
Inconscientemente pongo mi vista en el bote de basura junto a su escritorio, está inusualmente lleno y del borde sobresale la solapa de un sobre de manila rasgado y desgastado lleno de papeles de colores, sobre ellos hay un papel blanco arrugado del que puedo distinguir el escudo de la UCL en la esquina.
Pongo la pequeña hoja roja en su sitio y me inclino hacia el bote de basura indecisa entre hurgar entre su basura o no. Después de minuto de batallar conmigo misma tomo el papel entre mis manos y lo aliso solamente para leer las primeras palabras de la carta:
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Londres., Dic, 12, 2015
Señor, Holden Evesham.
La University College of London se complace en informarle...
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Decido dejar de leer porque ya sé lo que sigue: Holden fue aceptado. Fue becado en la UCL, la universidad de sus sueños y él me mintió diciendo que había sido rechazado. ¿Por qué? ¿Por qué decidió ocultarlo?
De pronto sus palabras me golpean como un tren en movimiento: "Eres la mejor decisión que he tomado" Él no se fue por mi, por mi culpa iba a renunciar a su sueño.
Pongo el trozo de papel en su lugar, para borrar cualquier evidencia de mi visita y dejando la billetera sobre el escritorio salgo de su habitación tropezando con mis pies constantemente debido a mis nuevos mejores amigos; el mareo constante y los pensamientos nada amigables que invaden mi cabeza después de haberme dado cuenta de la verdad.
Llego a casa con mucha dificultad, caminando con lentitud. Cada vez es más difícil mantenerme en pie, o pensar con claridad, el mareo se ha extendido por todas mis extremidades y me adormece hasta las puntas de los pies. Logro entrar a casa y arrastrarme en silencio escaleras arriba.
A medio camino escucho a mi padre hablando con alguien en su estudio, así que me devuelvo y pego mi oreja a la puerta tratando de escuchar. No tardo mucho en darme cuenta de que está hablando con Holden. Ha llegado a casa mientras no estaba.
—Si señor, me tomé el atrevimiento de hacerlo yo mismo en la panadería esta mañana y esperaba poder hacer una pequeña celebración para ella, creo que se merece un buen cumpleaños después de todo lo que ha pasado. —Habla Holden y me percato del pastel de cumpleaños puesto sobre la mesa de la cocina, Holden pasó su mañana en W Mandeville horneando un pastel de cumpleaños para mi.
Santo Dios.
—Es un gesto muy lindo de tu parte, Holden. Y tienes razón, es su día. Podríamos tal vez poner un par de globos y... —Mi padre se interrumpe y pienso que se ha percatado de mi presencia, así que me aparto un poco de la puerta, no debo seguir escuchando, pero la curiosidad me gana, así que vuelvo a poner mi oído sobre la madera fría. —Quiero darte las gracias. Siento que ella está mucho mejor desde que te tiene cerca. Por primera vez en mucho tiempo siento que tiene ganas de luchar y eso es en parte gracias a ti.
—No tiene porque darme las gracias señor, para mi es un placer poder estar con ella. No quisiera estar en ningún otro lugar. —Lo oigo decir y en lugar de sentirme reconfortada por sus palabras me siento culpable. Decido que ya escuche suficiente así que me separo de la puerta y retomo mi camino escaleras arriba, completamente destruida. No puedo mantenerme más en este lugar, ni física, ni mentalmente.
Una vez en mi cuarto cierro la puerta silenciosamente y me dirijo al baño nuevamente. Mi estómago y el resto de mi sistema digestivo han dejado de responder, así que me siento en el asiento de porcelana y dejo salir todo de mi. Ya no puedo mantener mis ojos abiertos mucho más tiempo y el olor nauseabundo invade todo el lugar, el olor de mi sangre dejando mi cuerpo, el olor de mi vida yéndose entre mis dedos.
Un sueño pesado e inevitable me invade y por más que me esté esforzando en resistirme no hay nada que yo pueda hacer, salvo acomodar mis pantalones en su lugar para hacer esto menos humillante e intentar gritar por ayuda.
Como puedo me pongo de pie y me arrastro hasta la puerta para intentar abrirla, pero mis manos son ahora una masa de carne dormida con las que mis neuronas no pueden hacer sinapsis. lo único que hago es aferrarme a la perilla plateada como si fuera lo único que aún me mantiene conectada a este plano terrenal mientras me repito a mi misma una y otra vez: "No quiero morir, no me quiero ir"
No quiero ceder ante el sueño, porque tal vez no vuelva a despertar. Siempre he logrado escapar de la muerte, pero ahora me siento muy cansada para hacerlo, la corta vida que he vivido se está yendo de mi, está abandonando mi cuerpo. Intento e intento mantenerme aquí por un par de minutos más, pero la oscuridad se extiende desde las esquinas de mis ojos hasta el centro de mi campo de visión y me arrastra con ella hasta que no puedo más, decido dejar de luchar y lo siguiente que escucho es mi cuerpo impactando contra el suelo mientras cedo ante el sueño comatoso que se apodera de mi.
Estoy lista para dejarme ir.
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Caída Libre. [TERMINADA]
JugendliteraturLos maestros suelen decir que existen diferentes tipos de inteligencia: Hay inteligencia musical, artística, académica, intra e interpersonal, etcétera. Y Erin es una chica bastante inteligente, pero no entra en ninguna de esas categorías. La inteli...