7 (3/3) Podríamos ser amigos, pero estas mirándome los labios

569 39 1
                                    


No sé cuánto tiempo ha pasado desde que desmayé hasta que vuelvo a un estado de alerta medianamente decente, pero me encuentro recostada en el pecho de Holden mientras él intenta despertarme, empiezo a ser consciente de nuevo de mi alrededor mientras mi cerebro va encendiendo mis oídos de a poco igual que mi sentido de la vista; Ha anochecido, y los escasos rayos de luz apenas son suficientes para revelar nuestras siluetas, pero su voz clara y fuerte puede por fin llegar a mis oídos:

—Estaremos en el pueblo en quince minutos, no sé... No sé qué hacer —Está asustado, nervioso y siento su corazón latiendo junto a mis pómulos. Me muevo un poco y él se da cuenta que estoy de vuelta. —Te llamaré en un momento. Okay. Adios. —Cuelga y baja su mirada para encontrarse con la mía, es una mezcla de alivio y enojo.

—Lo siento. —Hablo y me separo lentamente, acomodándome el cabello tras las orejas. —Me lo he perdido, ¿Verdad? —Holden me mira confundido. —El atardecer. —Aclaro rápidamente y suena un resoplido, negando con la cabeza.

—No te preocupes por eso ahora, Erin, a todas luces esto fue una mala idea. —Cierra los ojos y sé de inmediato que se está culpando por esto. —Vamos a llevarte al hospital, verificaremos que estes bien y luego podrás irte a casa.

—¿Hospital, Holden? ¿Estas hablando en serio? —Me siento de repente enojada aunque todavía este atolondrada. —¿Porque no cuando caí al río y ahora si?

—¡No lo sé! ¿Okay? Estoy asustado, no sé que debería hacer, yo solo... —Se pausa, y me obligo a retractarme de mi actitud de mierda.

—Escucha. —No estoy segura de si debería seguir hablando pero me encuentro con que mi boca ha tomado una decisión aparte y ha seguido por mi. —Técnicamente escapé de California porque me iban a internar, y me rehuso a ir a un hospital porque lo más seguro es que no pueda escapar esta vez.

—No sé qué decir, Erin. —Admite y el corazón se me va al piso. —Sé que no hay manera de convencerte, pero quiero que entiendas que yo solo quiero que estes bien. —Traga saliva y me mira.

—Y lo estoy, solo... me reinicié por un momento. —Suelta una risa casi imperceptible, pero es suficiente para devolverme un poco la vida. —¿Existe alguna manera de salvar esta cita? —Pregunto y me acomodo a su lado en el césped frío encogiendo mis rodillas de manera que pueda abrazarlas con mis brazos para darme un poco de calor.

—Eres muy testaruda, Erin. —Ha apoyado su cara en la palma de su mano, cubriendo su boca mientras me mira, pero sé que debajo oculta una sonrisa. —Gracias por contarme. —Admite y asiento apartando mi vista, fijandome en el paisaje.

—Gracias por no juzgarme y por traerme aquí, es un lugar hermoso. —Sonrío genuinamente, mientras apoyo mi mentón en mi rodilla izquierda. —Ahora Holmes Chapel parece un lugar menos detestable. —Voltea a verme con un gesto ofendido y agranda aún más mi sonrisa mientras lo miro. Estamos muy cerca y siento su dulce aliento moviendo mis cabellos. Me muerdo los labios y volviendo a mi estado de seriedad me atrevo a abrir la boca de nuevo. —Creo que te debo una disculpa, por como actué el otro día. —Empiezo a hablar apenas un hilo de voz y su expresión se vuelve serena.

—Un mensaje de texto habría bastado para disculparte, ¿Sabes? —Sugiere, y aunque tiene bastante sentido, necesito explicarle.

—No tengo telefono. No uso mucho las redes sociales. —Admito y me encojo de hombros.

—¿Eres como el tipo loco de aquella serie? —Pregunta y sé a quién se refiere, me siento levemente ofendida, pero me causa gracia.

—¡Claro que no, Holden! —Chillo y lo golpeo con mi hombro. —La verdad es que. —Me pauso, avergonzada por lo que voy a decir, pero me obligo a hacerlo: —Rompí mi celular antes de venir aquí. Todo terminó demasiado mal, así que, lo rompí con un martillo y lo arrojé al bote de la basura. —Sus ojos esmeralda me miran con platos completamente abiertos antes de soltar una estruendosa carcajada.

Caída Libre. [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora