Capítulo| 29

5 3 0
                                    

Capítulo dedicado a Mi Mejor Amiga. Por siempre estar para mí en las buenas y en las malas♥

—¡Prueba éste! —dice una emocionada Mack. Definitivamente ésto es lo suyo.

En estos momentos nos encontramos en la tienda de ropa a la cual acudimos la otra vez en busca de nuestros disfraces. Solo que ésta vez buscamos vestidos de graduación.

Esta mañana al levantarme sólo encontré una nota de mamá pegada al refrigerador como en los viejos tiempos. La verdad lo agradecí mentalmente ya que aún no sé que decirle cuando salga el tema de Rebecca a la luz.

Al salir de clase. Antes de venir al centro comercial, le escribí al investigador Carter para darle mis datos y supiera que iba a estar en contacto con él. Ahora más que nunca necesito respuestas concisas, no quisiera enfrentar a mamá y que después todo sea mentira.

—¿Qué dices Charlie? —salgo de mis pensamientos al oír a Alice.

—¿Qué? —pregunto y ambas dejan lo que tenían en las manos para venir a sentarse cada una y ambos lados de mí.

—¿Qué te sucede amiga? —pregunta Mackensy—. Estas muy distraida.

—Sabes que estamos para tí —agrega Alice.

—Es que... Estoy pensando en lo de... ya saben —me encojo de hombros —. No quiero descubrir que todo esto es una farsa pero tampoco que es verdad. Y ahora, ya ni sé que es lo que quiero.

Ambas asienten y me abrazan.

—No te diremos que todo está bien, porque no lo sabemos —empieza Mack—. Pero de lo que si estamos seguras, es que pase lo que pase, independientemente de si es verdad o no, siempre estaremos para ti, Charlie.

—Para eso somos tus mejores amigas —secunda Alice—. Te apoyaremos y estaremos para tí, siempre que nos necesites y cuando no también. Porque a nosotras no nos quedará grande el título de mejores amigas.

—Lo sé, y gracias chicas —las abrazo—. Las amo definitivamente.

Sonreimos y continuamos con nuestra búsqueda. Una hora después salimos de la tienda con las manos llenas. Mack al final optó por un vestido con tirantes de lentejuelas doradas que le ajusta hasta las caderas y cae suelto a los tobillos, con unos tacones blancos, cabe resaltar que se veía hermosa. Alice, por otro lado optó por un vestido corte princesa, largo y de color negro, con una abertura que inicia en su rodilla, y unos tacones plateados de plataforma.

Yo... Bueno casi me obligan a comprarlo. Me quedé -después de 10mil vestidos- con uno largo, posee una abertura que inicia a mitad del muslo, con tirantes gruesos que dejan la espalda un poco al descubierto, color gris platinado. La verdad lo vi muy abierto por todas partes pero, obviando aquello, el vestido está espectacular, con unos tacones negros.

Nos dirigimos a un puesto de comida ya que al final nos dio hambre entre tantos vestidos.

—Que se los digo yo —dice Mack—. Vamos a ser las más envidiadas amigas.

—Yo sólo quiero verme bien no ser envidiada —repone Alice.

—Bueno chicas, como sea. Olvidenlo —vuelco los ojos y ellas me ignoran para continuar con su pequeña discusión sobre la “Envidia". Trato de centrarme en cuantas personas nos faltan para pedir nuestra comida, pero mi objetivo se desvia al conectar con los ojos de Noah. Me quedo estática en mi lugar, desde que terminamos no he sabido nada de él. En esos momentos me había dado cuenta de que en realidad no le importe tanto como dijo, la insistencia por darme una explicación le duró tres días y ya luego nada, no es como que yo esperara más, pero me decepciono un poco. Fueron días años de relación después de todo. Destruyo nuestro contacto visual quedando de espaldas a él. Las chicas me miran confundidas al ver mi cara.

Simplemente túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora