Simplemente tú

Capítulo| 37

—¿Charlotte? ¿Qué haces aquí tan temprano?

—Lo siento, no quería molestar, pero de verdad no sabía a donde ir. Mack no responde mis llamadas y Alice está ocupada con sus padres y yo sólo quería...

—Esta bien. Tranquila, pasa —Jake se hace a un lado y suspiro antes de entrar seguida de él—. ¿Y bien? ¿Quieres... no lo sé... algo?

—¿Algo? —pregunto con una sonrisa tirando de la comisura de mis labios.

—Sí, ya sabes, para tomar o comer, no lo sé —se encoje de hombros para luego rascar su nuca.

—En realidad sí, quiero algo —digo sentandome en el sillón de la sala.

—¿Qué sería eso? —pregunta aún de pie.

—¿Por qué diablos dijiste que éramos novios? —enarco una ceja y el sonríe antes de sentarse a mi lado.

—Ah, eso —ríe y lo miro seria—. ¿No quieres?

—¿Porqué querría algo como eso?

—No lo sé, seguro porque ¡Hello! Soy Jacob O'connor. Todas quieren estar conmigo —se recuesta pasando los brazos detrás de su cabeza.

—Pues bien. Quédate con todas y ya —digo a pesar del retortijón que siento en mi estómago.

—Pero yo quiero quedarme contigo. Deberías de sentirte afortunada —ruedo los ojos pero sonrio sin poder evitarlo.

—Deja el ego a un lado ¿quieres? —me cruzo de brazos.

—Bien. ¿Entonces?

—¿Qué?

—¿Si quieres? —pregunta y se acerca a mí.

—Invades mi espacio personal —le digo al ver que cada vez se acerca más.

—No veo mucha resistencia de tu parte —no me da chance a refutar cuando siento sus labios sobre los míos. Me besa sin terminar de acortar nuestra distancia. Cómo un simple roce de labios pero con más ímpetu.

—¿Jake?

—¿Lo logré? —pregunta y frunzo el ceño al ver que se separa como si nada.

—¿Qué?

—Hacer que olvidaras por un momento el motivo por el cual terminaste aquí.

—Ah —es lo único que sale de mis labios por un momento—. De hecho, si lo hiciste, gracias.

—Me doy por satisfecho, preciosa. Ahora —se acomoda en el mueble—. ¿Me contarás? ¿Hablaste con el investigador?

—Bueno, yo.. Sí lo hice, digo, no hablé con él, no hizo falta en realidad —me encojo de hombros.

—¿Y eso por qué?

—Porque hablé con mis padres y pues, el señor Carter no fué necesario... Un momento, yo nunca te conté nada de ningún investigador.

—Me lo mencionaste, hace poco. Eso no es importante ¿Qué te dijeron tus padres? —se acomoda un poco más adelante para estar cerca de mí nuevamente mostrando especial interés en la charla.

—Que mi madre había... Que ella... —suspiro—. Qué murió al tenerme.

—Oh, pequeña —siento sus brazos envolverme antes de dejar un beso en mi cabello.

—Está bien. No recuerdo mucho de ella, pero saber esto me ha dado un poco de duda respectos a algunas cosas.

—¿Cómo cuales, preciosa? —se aleja un poco para mirarme.

—Pues, por ejemplo, porqué Rebecca se inventó toda una historia para acercarse a mí —siento como sus músculos se tensan.

—¿Y quieres averiguarlo? —vuelve a relajar sus músculos cuándo niego con la cabeza.

—De momento, no —respondo con calma—. Pero por supuesto que lo sabre, algún día pero lo haré.

—Bien —se aleja de mí—. ¿Y qué fué eso que te contaron tus padres? ¿Algo en específico, que te ayude?

—Bueno ellos... —frunzo el ceño al percatarme de que ésta muy interesado en mi respuesta aunque intente disimularlo—. ¿Por qué quieres saber?

—¿Eh?

—Lo que mis padres me dijeron ¿Por qué tanto interés?

—Sólo quiero estar para ti, y ayudarte como los novios hacen.

—¡Y vuelve el perro arrepentido! —ruedo los ojos pero sonrio—. ¿Qué te hizo cambiar de un día para otro?

—No lo sé —se encoje de hombros—. Me gustas, y no soy de los que pierden el tiempo, así que ¿Si quieres?

—Dios, eres pésimo en esto —ríe y yo hago lo mismo—. ¿Te gusto? ¿Te refieres a que seamos más que sólo besos? ¿Novios, quizás?

—Tómalo como quieras —se acerca a mi nuevamente y enrosca un mechón de mi cabello en su dedo—. Sólo sé que quiero que estés conmigo y ya ¿lo entiendes?

—Claro que lo entiendo pero no se pregunta así. Ni siquiera sabes si tú me gustas.

—¿Entonces no te gusto?

—Puede ser —me muerdo el labio. Éste chico es increíble.

—¿No quieres? —pregunta y le enarco una ceja. Suspira vencido—. Bien, tu ganas. Charlotte Hudson ¿tu respiras?

—¿Qué? —pregunto confundida—. ¿Qué clase de pregunta es esa?

—Responde.

—Obvio que respiro —ruedo los ojos.

—¡Que coincidencia! Yo también respiro. ¿Quieres ser mi novia? —suelto una carcajada sin poder evitarlo y el me mira frunciendo los labios en forma de puchero—. ¿Por qué te ríes? Es muy enserio.

—Dios... es que yo... Esperate, esparate —respiro profundamente calmandome antes de volver a hablar—. Que original tu forma de pedirme que sea tu novia.

—Bueno, me gusta ser original —se encoje de hombros—. Ahora, me dirás, si o no.

—Mmm... —lo pienso un momento—. Es algo un poco descabellado si lo miras bien, aunque sabemos muchas cosas del otro, no nos conocemos cómo deberíamos.

—Podríamos hacerlo mientras estamos juntos.

—Además ¿Yo no te caía mal?

—¿Pareciera que me cayeras mal? —enarca una ceja y yo niego con la cabeza—. Entonces deja de sacar excusas y ya dime.

—Está bien, sí, Jacob O'connor. Quiero ser tu novia —y no me da tiempo a reaccionar cuando siento ésta vez sus labios completamente sobre los míos.

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  Nos leemos pronto...