Simplemente tú

Capítulo| 23

Jacob

Luego de comer con Emmy, nos vinimos a mi apartamento y nos dispusimos a ver películas. Después de al menos dos películas, veo la hora y me doy cuenta de que son las 2am, volteo a mirar a Emmy con preocupación.

—Es súper tarde, Em —le informo y ella me mira, luego mira el reloj y abre los ojos como platos.

—Creo que me voy —se apresura a decir—. No le he escrito a papá tiene que estar como loco.

—Te llevo —me levanto.

—Está bien, Jake yo puedo...

—No, dije te llevo y punto además mira la hora, ni loco te dejaría sola por ahí —ella sonríe y asiente.

Salimos en mi coche y me dirijo a su casa que está a una media hora de mi apartamento, mientras tanto Emmy habla.

—Acepte ver a mamá, Jake —asiento comprensivo—. Papá me dijo que ella tiene algo que hacer pero que dentro de cuatro días la podré ver y estoy nerviosa y ansiosa al mismo tiempo.

—Me alegra oír eso Em. Creo que te vendrá bien hablar con ella.

—Yo también lo creo —Nos quedamos en silencio mientras yo la dejo en su casa y ella baja. Se voltea a mi y me sonríe—. Gracias.. Por todo, Jacob.

Yo solo asiento y sonrío. Doy retroceso y vuelvo a casa.

                            ******

Toco el timbre de la casa de Charlotte y una señora de unos cuarenta años imagino es su mamá me abre.

—Buenas tardes, señora Hudson —saludo cordialmente.

—Hola, tu debes ser Jacob ¿No es así? —pregunta.

—El mismo —respondo y ella se hace a un lado diciendome que entre—. Gracias.

—Tranquilo cariño, puedes subir —me indica—. Charlotte te está esperando. Sube al final del pasillo a la izquierda —asiento y me dispongo a subir.

Al llegar frente a la puerta oigo una melodía y una voz cantando que rápidamente reconozco como la de Charlotte.

Tiene una voz hermosa, casi diría que la de un ángel, no tenía idea de que cantara. Cuándo ya creo que he invadido un poco su privacidad, decido tocar la puerta.

Oigo como todo queda en silencio y luego unos pasos acercandose, cuando abre sin poder evitarlo la escaneo. Mierda y más mierda, lleva puesto unos shorts de mezclilla negros que dejan ver sus piernas, con una camisa blanca de tirantes dejando así sus hombros al descubierto y una muy buena vista de sus pechos, su piel es simplemente hermosa, sus carnosos labios que de por sí son de un tono rosado los cual los hace ser totalmente apetecibles y esos ojos...

¿Por qué me haces esto, preciosa?

—¿Vas a pasar? —levanto la vista de su cuerpo y la encuentro enarcando una ceja.

—Claro —digo carraspeando un poco ya que con solo mirarla siento que estoy teniendo una erección.

 Jodida mierda.