Simplemente tú

Capitulo| 3

Al día siguiente, me levanto, me arreglo y me voy a estudiar. Alice me escribió que no puede ir hoy ya que sus padres tienen una reunión y necesitan que ella este presente para que así vaya practicando lo que será en su futuro.

Llego al instituto y me dedico a estudiar, este año me debo esforzar, no es que vaya mal, solo que es mi último año y quiero dar lo mejor de mí.

Estoy concentrada hasta que suena el timbre indicando que es hora de ir a comer, me levanto y termino de recoger mis cosas para salir y en ese momento siento que alguien me empuja haciendo que caiga al suelo.

—Oye idiota, fijate por donde caminas —le digo al chico que esta de espaldas, mientras me levanto del suelo.

Cuando se voltea noto que es nada más y nada menos que el idiota de Jacob junto a otro chico, ¿Su primer día y ya tiene amigos?

—¿Que dijiste? —pregunta acercandose a mi.

—Que te fijes por donde caminas, ni siquiera te diste cuenta que me tumbaste —le reprocho recogiendo mis cosas.

—Oh no, sí me di cuenta —sonríe de lado de manera arrogante—. Sólo que no creí que fuera importante devolverme.

—Serás idiota —ruedo los ojos—. Para tu información podrías haberte devuelto a mirar si quiera, pero no, una persona como tú no tiene ese tipo de modales.

Noto como aprieta su mandíbula, al parecer le molesta que le responda igual de borde que él. Se acerca mas a mi, tanto que por un momento me siento nerviosa.

—Tú no sabes quien soy y... —empieza

—Y creeme que tampoco me importa saberlo. Además estás invadiendo mi espacio personal —le interrumpo. ¡Vaya! Como que se me está haciendo costumbre eso de interrumpir a las personas—. Así que intenta si quiera mirar por donde caminas para evitar accidentes.

Me volteo y me voy, no desperdiciare mi hora de comer sólo por discutir con él. ¿Quién se a creído que es ese idiota para hablarme así?, pero si esta acostumbrado a que todos le tengan miedo conmigo se equivoco.

Termino con mi última clase de hoy que fué historia y salgo del instituto para dirigirme a mi casa, cuando alguien me agarra del brazo y me acorrala tras la puerta de un salón.

¿Qué diablos...?

—¿Que te pasa imbécil? —le digo—, déjame salir —intento forcejear pero su agarre es mucho mas fuerte que el mío.

—Solo quiero hablar contigo —me dice Jacob, muy cerca de mi rostro.

—Y que maduro de tu parte es hacer esto —le digo señalando su agarre y la puerta cerrada—, para poder hablar, además sueltáme —jalo mi brazo logrando que me suelte al fin.

—Escucha yo se que... —intenta hablar pero lo interrumpo por segunda vez en el día.

—Mira, lo que sea que me tengas que decir puede esperar, estoy muy ocupada como para estar aqui contigo.

—Deja de interrumpirme —gruñe y se aleja un poco de mi—. Sólo te venia a ofrecer un trato.

De alguna forma tenerlo tan cerca me pone un tanto nerviosa y siento como algo dentro de mi cosquillea, pero no, a lo mejor es hambre, sí debe de ser eso.

¡Oh, vamos! ¿en serio Charlotte?

Cállate conciencia, no ayudas de mucho.

—¿Un trato? —pregunto retomando la conversación.

—Si, como has oído —responde sonriendo. Se ve guapo cuando sonríe, debería hacerlo más seguido.

—Y mas o menos ¿por qué o qué?

—Verás, yo se que no te he tratado bien. De hecho, no soy así. Pero es que eres tan borde que me exaspera —explica y yo arqueo una ceja. ¿Borde, yo?—. Y me gustaría que empecemos de nuevo.

—¿Y ese cambio de actitud... desde cuándo? Me sorprende O'connor —digo. Bueno sí, puede ser que me esté comportando un poquito borde con él, pero ¿Qué más da?

—No lo sé, me di cuenta que es de mala educación tratar mal a las personas que no te han hecho nada.

—Al final y vas a tener modales y todo —me burlo a lo cual él rueda los ojos—. Pues déjame decirte que no estoy interesada —lo pico. Es un tanto divertido verlo enojar.

Su cara paso de sonreír a ser totalmente seria, cosa que ahora me hace sonreír  a mí.

—¿Estás bromeando? —pregunta con incredulidad—. Yo vengo aqui, te pido disculpas, y tu simplemente me dices que ¿no?

—No guapo —lo corrijo—. Tú no me pediste disculpas, simplemente me acorralaste y me dijiste que empecemos de nuevo, cuando hace aproximadamente 3 horas dijiste que no te importaba mi persona en lo mas mínimo, y ahora vienes con esto que no es nada parecido a una disculpa.

—Pues tu te lo pierdes entonces, guapa —dijo burlandóse de como le dije—. Luego no digas que soy yo el que no tiene modales.

Y así de la nada se va dejandome con ganas de abofetearlo por ser tan jodidamente arrogante a parte de engreído.

Termino de salir del instituto y me dirijo a mi auto para irme a mi casa y estar en paz. Presiento que éste chico va a traerme unos cuántos problemas.