Mi lunes, es como cualquier otro lunes, muchas personas lo consideran una tortura pero para mi es un día como cualquier otro. Me alisto y salgo directo al instituto.
A la hora del almuerzo, pido mi comida y decido esperar a la chicas, que por lo visto aún no salen. Me acuerdo de lo que me dijo mamá sobre papá, aún no sé exactamente qué sucede, pero lo averiguare. Sujeto mi móvil y llamo a papá
—Hola papá —digo apenas descuelga.
—Hola cariño —saluda—. ¿Cómo estás?
—Bien, extrañandote...
—Lo sé tesoro, yo igual pero sabes que debo arreglar este asunto. No saldría así de casa si no fuera tan importante.
—Lo sé. Sus trabajos siempre son importantes —bufo.
—Voy a una reunión princesa, te hablo luego ¿sí?
—Esta bien papá —digo un poco triste, por este tipo de cosas no llamo tan seguido a papá, no compartimos más de 3 oraciones porque se tiene que ir—. Te quiero, adiós.
—Yo igual cariño, adiós —y sin más cuelga.
Me quedo mirando la pantalla por un rato. Aún no entiendo porque es tan importante su trabajo como para no tomarse unas vacaciones. Extraño esos momentos que compartimos juntos.
Flashback
—¡Papi! ¡Papi! —grito mientras corro a sus brazos
—¿Cómo está mi princesa? —pregunta alzandome en el aire haciendo que ría.
—Bien papi —hago un puchero—, te extrañé.
—Lo sé cariño y yo a ti —me da un beso en la mejilla.
—Prométeme que siempre tendrás tiempo para mi papi —digo cuando caminamos hacia el jardín—. Ahora trabajas mucho y casi no te veo como antes papi.
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Simplemente tú
Teen Fiction~Y cuando mejor te va, es cuando más cuidado debes tener~ La vida da más vueltas de las que esperábamos, si no preguntenle a Charlotte, una chica la cual a crecido creyendo que las personas a las que ama nunca le mienten. Pero lo que ella no sabe es...
